Este lunes pasado, 17 de junio de 2013, fue un día muy especial
que el blog no podía dejar pasar por alto, tras un tiempo en que me ha sido
imposible escribir.
Se celebraba el centenario del
fallecimiento de mi bisabuelo Arturo.
“Era deseo suyo no ser olvidado”, y quería que sus bonitos versos y narrativa costumbrista fueran leídos por sus paisanos y perduraran para la posteridad.
“Era deseo suyo no ser olvidado”, y quería que sus bonitos versos y narrativa costumbrista fueran leídos por sus paisanos y perduraran para la posteridad.
Me encargué de hacerlo público y de
llamar a muchas puertas, pero a unos días de la conmemoración, aún no había
obtenido respuesta institucional. Pensé en celebrarlo en la intimidad, con mis
hijos y mi marido, llevándole claveles rojos tan de nuestra tierra. ¡No quería
que estuviera sólo, no se lo merecía!...
Cuando se lo comenté a miembros de la Academia Malagueña de las Artes y las Letras Santa María de la Victoria,
me dijeron que dos de ellos me acompañarían. Al día siguiente volví a tener
noticias de ellos, y para mi sorpresa tenían ya preparado un excelente acto
homenaje al autor, al que concurrieron un nutrido
grupo de intelectuales, escritores, amigos, familiares, y amantes de la figura
y obra de Arturo Reyes.
Fue un acontecimiento
inolvidable y lleno de sorpresas, no sólo por la cantidad de personas
interesantes que conocí, sino también porque la Academia había proyectado entre otras cosas, publicar una “Antología
literaria de Arturo Reyes” en colaboración con Jakará Editores.
Además desde aquel día,
quedó constituido el “Premio
Literario Arturo Reyes, en las modalidades de Novela, Cuento y Poesía”,
donde se premiaría la creación novel de todos los que al igual que Arturo,
potenciaran nuestra cultura, nuestras costumbres y nuestra propia forma de
vivir, alentando con ello el bellísimo lenguaje costumbrista que siempre nos caracterizó.
Nunca podré
agradecérselos lo suficiente, y quiero desde aquí hacerlo público a todos
ellos, y en especial a Paco Olalla,
que me sorprendió por el amor que profesa a mi bisabuelo; a la poetisa Pepi Zea por sus sentidos
versos; a José Antonio Barberá por
el gran interés mostrado para que este acto se llevara a cabo; al Vicepresidente Iván Martínez Hulín por
sus bonitas palabras, a Maribel Romero y
Manuel Peláez, por el fantástico cuadro que realizaron en recuerdo de mi
bisabuelo Arturo, y que regalaron a la Junta Municipal del Distrito Centro; y a
Diego Ceano, por su apoyo y buen
hacer.
Me encantó que nos
acompañaran en el acto, Francisco
Cabrera, Pepe Infante, Salvador Jiménez, Félix Gutiérrez, Agapito Garrido, Ana
Sola, … y un largo etcétera de malagueños preocupados por la cultura de los
que, con la emoción, no pude retener sus nombres como hubiera sido mi deseo.
También eché en falta a
muchos que no pudieron acudir quizás por lo precipitado del acto y la
imposibilidad de cambiar sus planes.
“Era imprescindible que
yo dijera unas palabritas”, a pesar de que ésa no es una de mis cualidades,
pero armada de confianza y respaldada por familiares y amig@s, escribí unas
notas de agradecimiento que hoy quiero compartir con tod@s vostr@s:
“Quiero agradecer a la Academia Malagueña de las Letras Santa
María de la Victoria el que podamos estar hoy celebrando el centenario del
fallecimiento de mi bisabuelo.
Arturo Reyes fue un
apasionado de su ciudad y nunca quiso abandonar su tierra porque era en Málaga
y en sus pueblos donde encontraba el fruto de su inspiración.
Su obra escrita, ese
legado histórico literario, que nos dejó, se encuentra actualmente
descatalogado por desgracia para nosotros.
Arturo Reyes, sólo es
recordado por los medios de comunicación, cuando “Trini La Goletera”, la gitana que siempre le acompaña, sufre algún
desperfecto, pero casi nunca se habla de su vida y de su obra.
Quiero solicitar en
estos momentos tan difíciles para todos nosotros, y en especial para la
cultura, la colaboración de las instituciones malagueñas en la recuperación de
este ilustre escritor.
Quiero agradeceros a
todos vuestra presencia, familiares, amigos, compañeros y a todas aquellas
personas que me han apoyado y que creen que, Arturo Reyes debe recuperar ese
lugar de honor que se merece en las Letras
Malagueñas. Algunos de ellos no han podido acudir pero yo no quiero dejar
de recordarlos.
Gracias a la profesora de la Universidad de Málaga,
Amparo Quiles y a la becaria Amina El Founti por la digitalización del
archivo familiar para su divulgación y estudio.
Gracias al profesor del Instituto Rosaleda José Luis
Gamboa y a sus alumn@s por el enorme esfuerzo que les ha supuesto este año,
la creación de un blog en conmemoración del centenario, en el que recogen las
reseñas periodísticas que sobre nuestro costumbrista malagueño, existen en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca
Nacional de España.
Gracias a Félix y a Emilia, de la Red de Bibliotecas Municipales por
ayudarme en la realización de un sueño, el que nuestros jóvenes estudiantes
puedan conocer a mi bisabuelo.
Gracias también a la Asociación Zegrí, pues le rindió un
sentido homenaje a principios de año, con la entrega del Premio Feniké de la Cultura.
Gracias al periodista Alfonso Vázquez de “La Opinión de Málaga”, porque ha
apoyado en todo momento la difusión del centenario.
Gracias a mis amigos blogueros: Carmen Rosa y Antonio Ruiz,
quienes siempre me han animado a seguir adelante; a Víctor Heredia, un profundo conocedor de la historia de Málaga ya
que siempre que se lo he pedido me ha ofrecido su ayuda inestimable; y también
a mi cuñado Alfonso, porque por
casualidades de la vida, es la persona que se dedica a conservar y a mantener
este monumento.
Bueno, y para finalizar,
quiero dedicarle este acto a mis abuelos
Adolfo y Vitorina, a mis padres y a
mis tíos así como al catedrático de
Literatura Española Cristóbal Cuevas, por todo lo que lucharon en el pasado
por recuperar la memoria de nuestro poeta Arturo Reyes.
¡Os animo a que conozcáis y disfrutéis con su obra!.
¡Gracias a tod@s por venir, y gracias a tod@s los que les
hubiera gustado estar aquí y no han podido!."
Continuará…