Licencia Creative Commons
Archivo Arturo y Adolfo Reyes Escritores de Málaga por Mª José Reyes Sánchez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

sábado, 8 de octubre de 2011

EL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES: FAMILIA, NACIMIENTO E INFANCIA (V)

"Creemos que una buena parte de la vida de Reyes, con sus reacciones emotivas, su inseguridad, su desconfianza y pesimismo, sus dudas, su búsqueda desenfrenada de cariño, incluso la angustiada ternura que siente por su propio hijo Adolfo, resultan ininteligibles si desconocemos los factores formantes de su primer subconsciente, y que se hallan en los hechos que hemos referido sobre su infancia.


Nota: "La Vía Láctea", Guillermo Pérez Villalta. (Tarifa, 1948).


Teniendo en cuenta todos estos datos, de cuya veracidad es imposible dudar, hemos de admitir que los versos en que el poeta proclama más adelante su añoranza de una pretendida niñez feliz son un simple lugar común de naturaleza post-romántica. Así, cuando escribe en “Ráfagas”:

“Qué edad más llena de divino encanto
aquella en que mi madre me dormía
al blando arrullo de su dulce canto!”.

El verdadero recuerdo de su infancia habrá que buscarlo en otros pasajes más sinceros y vivenciales, como el siguiente de “Íntimas”:

“Ama el prójimo siempre, que es tu hermano,
me dijo en mi niñez mi padre un día,
y seguir su consejo quise en vano.
Sin duda la vejez del noble anciano
fue menos triste que la infancia mía”.

Como afirmó su hijo Adolfo, Arturo “fue un niño reconcentrado y hosco, amigo del silencio y la soledad… Basta ver en su retrato de aquel tiempo su expresión de terquedad y desconfianza para comprender que debió ser de este modo.” Había en él la tristeza del niño incapaz de aceptar el absurdo y complejo mundo en que viven y le hacen vivir los mayores, y aunque su tremenda vitalidad le permita olvidar más tarde tanta tristeza – sobre todo durante los años de su adolescencia y primera madurez-, siempre quedará en su alma un poso de hondo fatalismo pesimista, que volverá a aparecer con fuerza en el ocaso de su vida.




Nota: Obra de Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, 1948).


Frente a la dureza y frialdad del ambiente  en que transcurrió su infancia, y aunque reconcentrado y triste en lo exterior, Arturo encuentra un estupendo camino de evasión por los irreales campos de su fantasía. Nace en él desde muy pequeño una rica vida interior. Gusta de las narraciones maravillosas, de los cuentos e historias, que no sólo le entretienen por el momento, sino que, como sucede en toda mente infantil imaginativa y obligada al ensimismamiento, le dan materia para volar, desarrollando los elementos fabulatorios ávidamente bebidos de la boca de ocasionales narradores familiares o callejeros. Él mismo da testimonio de ello cuando en 1889, escribe en “Un episodio”:

“Yo no sé si es verdad la triste historia
que acude en este instante a mi memoria,
pero juro que es cierto
que yo la escuché un día,
allá en la infancia mía,
de un viejo comandante que ya ha muerto”.

En esta tendencia a evadirse de la realidad que lo circunda hemos de ver el germen de su incontrastable vocación poética, la que hará fabricarse más adelante un radiante mundo de belleza soñada como compensación de la mezquina verdad de la existencia".

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humanista del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Tomo I. Obra Cultural de la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. C. S. I. C. 1974.”
- Archivo familiar Reyes.
- Obras del pintor Guillermo Pérez Villalta expuestas en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (17 de junio - 9 de octubre de 2011).

No hay comentarios:

Publicar un comentario