Como estábamos comentando el último día, Arturo Reyes, quería llegar a ser conocido como escritor no sólo en su tierra sino en toda España. Pretendía que su producción literaria fuera conocida por tod@s y que las autoridades de las letras españolas le dieran su visto bueno.
Fue Arturo una persona valiente, que creía en sus verdaderas dotes de escritor y que no tuvo ni miedo a lo desconocido ni al posible rechazo de “los grandes”. Quizás podía haber abandonado su tierra y haberse marchado a Madrid en busca de fama como hicieron otros escritores de su tiempo pero él quiso permanecer en su tierra natal, Málaga, tierra que lo vió nacer y crecer, tierra de inspiración, tierra donde se habían cimentado sus raíces más profundas. Sacrificó lo que pudo ser una fulgurante carrera artística en la capital de España por permanecer junto a los suyos en su querida Málaga.
Y para intentar darse a conocer como escritor desde su tierra, llevó a cabo una arriesgada estrategia consistente en iniciar relaciones epistolares a través de cartas con los más destacados críticos literarios de la época, los más importantes escritores, los personajes más influyentes de su tiempo, con el objetivo de que leyeran su obra literaria y posteriormente recibir de ellos, una crítica objetiva.
Continuamos con el maravilloso libro que D. Cristóbal Cuevas realizó, el único en el que se ha estudiado en profundidad la figura de nuestro escritor costumbrista malagueño Arturo Reyes:
“Tal vez el medio principal de que se servía Arturo para anudar estas relaciones era el envío de sus obras, expresivamente dedicadas, a las personas que consideraba más interesantes, a las que demandaba siempre su parecer sincero sobre la obra remitida.
De esta manera se inició su amistad con Pérez Galdós, una de las más auténticas y leales con que contó Arturo, y de la que nos ha quedado un epistolario de entrañable humanidad. Su comienzo hay que situarlo el 3 de julio de 1890, cuando se decide a remitir a D. Benito la colección de relatos breves que acababa de publicar – “¡Estaba escrito!”-, precisamente en el momento en que la polémica que había suscitado en Málaga se hallaba en su punto culminante.
La obra iba acompañada de la carta siguiente: ”Muy Sr. mío de mi más distinguida consideración: Aunque no tengo el honor de conocerle, confiado en su notoria bondad me permito adjuntarle un ejemplar del libro que acabo de editar por si quisiera dispensarme la honra de leerlo. Si no le causara mucha molestia mi pretensión, me atrevería a rogarle me indicara su opinión sobre el libro; favor por el cual le quedaría eternamente agradecido”.
Cartas de este tenor fueron enviadas a las más diversas personalidades de la letras de entonces, y muchas lograron servir de principio a un epistolario de extraordinario valor, que constituye el núcleo fundamental del Archivo que actualmente conservan sus nietos (biznietos en la actualidad).
Entre las relaciones iniciadas por entonces, gracias al polémico librito, hay que destacar las de Pereda, el Doctor Thebussem, Jacinto Octavio Picón, José Itxar y D. Juan Valera, como el mismo Arturo confiesa en el prólogo de su novela “Cartucherita”...
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes.
gran arturo reyes que sin salir prácticamente de málaga fue reconocido por los grandes del momento y grandes sus familiares por dejarnos leer ese gran legado de archivo y por las horas que lleva todo ese trabajo que esta realizando toda la familia , animo y palante como decimos en malaga feliz semana santa a toda la familia reyes.
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