Quizás fuera mi
bisabuelo una de las muchas personas que, nacidas en Málaga, nunca quisieron alejarse
de su ciudad natal porque fue en esta tierra donde encontraron todo lo que
deseaban: un fantástico clima, una luz insuperable, una naturaleza en todo su esplendor,
la serenidad y el sosiego de sus habitantes, las mujeres guapas, los hombres valientes,
la simpatía y el buen humor de sus gentes, y todo un largo etcétera de
cualidades que impregnan nuestra genética y que nos hace ser diferentes al
resto del mundo.
Málaga ha sido elegida,
por el último Eurobarómetro de la Comisión Europea, como la única ciudad
española en la lista de las diez urbes europeas, con mayor calidad de vida. ¡Una
gran noticia para los malagueños, que debe de llenarnos de orgullo y satisfacción,
porque formamos parte de ella, sin quererlo, solo porque las casualidades de la
vida nos hicieron nacer y/o vivir en “Málaga la Bella”.
Para mi bisabuelo Arturo
y mi abuelo Adolfo, padre e hijo, Andalucía era una gran fuente de inspiración,
y de ella se sirvieron como instrumento, para derramar a través de su
imaginación, interesantísimas obras sobre esta hermosa tierra.
Fueron muchos los
críticos que aconsejaron a Arturo cambiar sus temáticas malagueñas y andaluzas,
pero él, contra viento y marea, siempre
enarboló con orgullo la bandera de nuestra querida Andalucía, lo que
dejó plasmado en la mayor parte de su producción literaria.
Por contrapartida su
hijo Adolfo, mi abuelo, escribió sin que nadie le pidiera cuentas, sin
presiones externas, lo que le hizo ahondar e investigar en nuestras raíces
arábigo andaluzas, con ensayos muy bien elaborados pero escritos para una
minoría culta.
Hoy desde aquí queremos sumarnos
y homenajear a Andalucía, y lo haremos como mejor sabemos, publicando una poesía
que Arturo dedicó a su tierra...
ANDALUCÍA
Brota la hermosa luz del claro día,
allá en la selva umbría
la yedra trepadora
envuelve al retamar en su ramaje
que el sol de Abril con sus reflejos dora;
borda su orilla con sutil encaje
de blanca espuma la serena fuente.
Besa la mar en calma las arenas
de sus playas con rítmicos rumores
que remedan sentidas cantilenas.
Surcan las mariposas el ambiente
dó la luz sus anillos tornasola.
Espléndida aureola
dibuja el sol en el cristal riente
del lago silencioso
que parece modula misterioso
un suspiro de amor dulce y ferviente.
Cruzan el ancho mar naves ligeras
que airosas y veleras
remedan cisnes de nevada pluma,
sobre el cristal de un lago
que el dulce viento perezoso y vago
cubre en sus giros de rizada espuma.
Ni el matiz de una bruma
empaña la infinita
estensión donde el átomo palpita
en las ondas del céfiro sonoro,
y el cielo ostenta sus brillantes galas
y el águila caudal tiende sus alas
y el sol esparce su matiz de oro.
El gérmen escondido
que exento de vigor durmiera un día,
rompe la tierra de arrogancias lleno
ostentando su hermosa lozanía.
En el fondo de cieno,
del pantano que oculta verde lama,
hierve la vida que al reptil alienta
y que nutre y sustenta
la savia que fecunda la retama.
Parece que en murmullos
se cuentan sus querellas los pinares,
las tórtolas modulan sus arrullos,
y las pardas alondras sus cantares;
zumba la abeja en torno á la colmena,
y el aura leda en vagarosos giros,
le canta con suspiros
una trova de amor á la azucena.
En las duras entrañas del baldío
hunde la yunta con potente brío
el espolón de acero del arado.
Sudoroso y cansado
camina el aldeano tras la yunta
y, para descansar, busca un asilo
debajo de algún tilo
que su ramaje con la tierra junta.
. . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . .
¡Mansión de mis amores!
allí entono mi canto y mis plegarias
cuando renace el día,
coronado de espléndidos fulgores,
del ancho seno de la mar bravía
que suspira en las playas solitarias
de mi hermosa y feraz Andalucía.
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Ráfagas”. Poesía "Andalucía". Reyes Aguilar, Arturo. Madrid. Imp. Manuel Cerbán. 1889.
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