Hoy D. Cristóbal Cuevas nos muestra como la
fama y una posición económica desahogada están a veces reñidas.
Arturo Reyes, a pesar de
encontrarse en la cumbre de la fama como escritor y de ser empleado municipal,
no tiene suficiente con sus ingresos ya que además de tener que sacar adelante
a su mujer e hijos, tiene otros muchos gastos, a veces derivados de la publicación de sus libros (viajes a Madrid, regalo de ejemplares, innumerables cartas a su amigos y colegas,...); otra veces, derivados de la activa y agitada vida social en la que se
encuentra inmerso como escritor e intelectual (tertulias literarias, reuniones
de amigos, viajes a pueblos de la provincia,…). Otro hecho que merma su economía es el
trabajo desinteresado y altruista que realiza en la Academia de Declamación
como profesor, ya que en ocasiones, tanto él como sus grandes amigos, Díaz de
Escovar y Ruiz Borrego, tuvieron que apoyar económicamente su
sostenimiento.
Todos estos elementos
sumados y algunos más que probablemente se quedarán en el tintero, dejan en
muchas ocasiones, la economía del poeta en números rojos.
Sigue así el libro…
“Por su parte , Dª Emilia Pardo Bazán, en gesto simpático
y delicado, comienza a enviarle correspondencia poniendo en el sobre sólo el
nombre y apellido del novelista, y una vez le dirige unas letras con esta
dirección: “Al Sr. Dn. Arturo Reyes./Insigne escritor./ Málaga.” Esta misma
fama hará que pintores tan acreditados como Fernández Alvarado y Murillo
Cabrera hagan de Reyes sendos retratos al óleo de considerable mérito
artístico.
Pero si en esta época no
escasean honores y alabanzas sobre su persona, su inveterada penuria económica
le impide disfrutar sin preocupaciones las mieles del triunfo. Sus necesidades
son muy superiores a sus ingresos, y la angustia pecuniaria es un dogal que lo
ahoga.
“Al admirarle tan famoso
– escribe González Anaya – tan
halagado por la prensa y tan mimado por el público, que agotaba enseguida las
ediciones de sus obras, pensé que el pobre Arturo habría cambiado de fortuna y
viviría holgadamente de su meritoria labor… Igual que para tantos claros
varones de Castilla – artistas, poetas, pensadores-, la gloria para Arturo no
hubo de traducirse en dinero, que es cosa harto prosaica para los elegidos de
la Verdad y la Belleza, sino en aplauso vano, gracia del amor propio y
laureles…, ¡esos estúpidos laureles… ¡”.
Continuará …
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
- “El lagar de la Viñuela.
Novela andaluza”. Madrid, Imp. de los Sucesores de Rivadeneyra, s. a. (1897).
- ENLACE PINTOR MALAGUEÑO JOSE FERNÁNDEZ ALVARADO:
Buenos dias Pepa, el reconocimiento a la labor de D.Arturo fue merecidisima..lástima que sus penurias economicas no fuesen por buen camino.
ResponderEliminarLa marina una preciosidad, es muy parecida a algunas que tengo pintadas por mi suegro.....
Besos.