Arturo no sólo buscaba
la inspiración en los barrios más típicos y populares de nuestra ciudad sino
que también la encontraba estando en contacto con la
naturaleza. Le encantaba poder perderse en el campo sólo o en buena compañía,
para observar y disfrutar tranquilamente de todo lo que encontraba a su paso para después plasmarlo en su obra.
En muchos de sus poemas dejó constancia de ese amor sublime que sentía, hacia
la madre tierra, con títulos como “En la sierra”, “En la roca”, “La fuente y el
caminante”. Y son muchos también los cuentos cortos que dedica a diferentes pueblos y
personajes de nuestra provincia: “Al Colmenar con careta”, “El sol de
Casariche”, “El niño de la
tumbaga”, etc.
Hoy como siempre nuestro
querido catedrático D. Cristobal Cuevas nos informa de ello…
“Esta visión de jardín
semi-urbano, semi-campesino, y de gentes sencillas (el de D. Narciso Díaz de
Escovar), se completaba en aquel tiempo con sus frecuentes escapadas a “Los
Montes”, finca próxima a Colmenar, subiendo por la carretera de Granada, donde Arturo
acostumbraba a ir frecuentemente, y donde incluso pasaba cortas temporadas.
Nota: "Homenaje a los Montes de Málaga", cuadro realizado por el famoso pintor de Vélez - Málaga, D. Evaristo Guerra.
Nota: "Homenaje a los Montes de Málaga", cuadro realizado por el famoso pintor de Vélez - Málaga, D. Evaristo Guerra.
Allí se ponía en
contacto con la naturaleza bravía, con los ambientes rurales llenos de pánicas
alegrías y de oscuras tragedias, que se reflejarán en su obra en narraciones
multiformes, cuya culminación está en “El lagar de la Viñuela” y en “Cielo
Azul”.
A su regreso a Málaga,
lleno el ánimo de la paz campesina, las “noches de Arturo” eran el contrapunto
urbano de aquellas vivencias rurales; son las noches fantásticas que tantas
veces le consolaron también con su esperanza en las horas interminables de
oscuro trabajo en el Ayuntamiento.
“Sacude el colorista
famoso el yugo municipal ya puesto el sol – escribía el periodista Maese
Güervo- a la hora de las biznagas”. Su agarena figura, tocada con el clásico
cordobés, huye del británico vecindario que anida en la Caleta.
Esclavo de su pasión,
rebusca materiales del Perchel a Capuchinos, del Bulto a la Goleta. Y el fruto
de una observación idólatra, cristaliza por la noche en cuartillas, cuyo
conjunto más tarde son los heraldos de su fama.”
Cada vez se hacen más
raras las noches de ventorrillo, las que tanto le gustaban antaño, entre amigos
cabales, cantaores y danzaderas, mientras la temperatura lírica subía y subía,
al calor de los cañeros de manzanilla.”
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
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