Existe en la vida de
muchos artistas una gran contradicción ya que por un lado, les gustaría poder
dedicarse en cuerpo y alma a dar rienda suelta a su creatividad para expresar
todo aquello que les inspira, y por otra parte, se encuentran con una dura
realidad, la dificultad que entraña poder dedicarte exclusivamente a lo que más
te gusta y apasiona.
Esto fue lo que le pasó
a mi bisabuelo Arturo, quién además
de las estrecheces económicas que tanto le angustiaban, se encontró con otro
problema añadido como escritor, su negativa a abandonar Málaga para intentar
triunfar en Madrid como muchos de
sus amigos le aconsejaban. Quizás el amor infinito que sentía hacia su ciudad
natal dónde también encontraba la musa de su inspiración “obligó” en cierta
manera a mi bisabuelo a permanecer en su tierra.
Nuestro querido
catedrático D. Cristóbal Cuevas
realiza en su libro sobre el autor, una interesante reseña sobre ello:
“Este confinamiento en
la provincia, aparte otras consecuencias que señalaremos en su lugar, supone
para Arturo la imposibilidad del encumbramiento material, ya que su lejanía de
los campos de batalla literaria de la Corte le pone en inferioridad de
condiciones a la hora de obtener de sus libros un mediano provecho
crematístico.
La amargura que esta
realidad le producía es difícil de explicar. En su idealismo, Reyes se resiste
a admitir la pobreza del hombre de valía – a protestar contra esto dedicará en
1911 uno de sus cuentos más sarcásticos y amargos, “Casa de préstamos”-, y ante la evidencia de sus propias carencias
económicas va creándose en su alma un progresivo resentimiento contra la
incomprensión circundante.
En este contexto hay que
interpretar la desolada carta que escribe en 9 de julio de 1904 a su amigo Cristóbal de Castro, en la que
la escueta linealidad de las cifras traduce una sorda protesta contra la
injusticia de su penuria.
Esta actitud, que ahora
se va intensificando, no es nueva, sin embargo, en Reyes. Ya en 1896, en “Desde el surco”, había escrito:
“La lucha mezquina
que el hombre sostiene
me aturde y me enerva,
me atrofia y me impele,
cual átomo extraño,
distante de sí.”
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Poesía “Intimidades”. Desde
el surco”. Carta – Prólogo de D. Gaspar Núñez de Arce. Pag 181 - Madrid.
Librería Fernando Fé. 1896.
- Cuento: “Casa de Préstamos”.
Cuentos andaluces. Autor: Reyes, Arturo. Tomo II, Málaga, Gráficas San Andrés,
1964, pp. 177 – 181.
- Fotografía: Archivo Reyes.
ENLACE CUENTO:
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/casa-de-prestamos--0/html/ff03e2c8-82b1-11df-acc7-002185ce6064_1.htm#1
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/casa-de-prestamos--0/html/ff03e2c8-82b1-11df-acc7-002185ce6064_1.htm#1
Pepa que tengas una feliz semana.
ResponderEliminarBesos
Sería terrible la lucha interior que mantenía D.Arturo...que influyó lógicamente en sus obras....
ResponderEliminarUn poco más de su vida que aprendo hoy contigo.....
Besos