Hoy quiero dedicar el
blog a las Bodegas Jorge Ordóñez, una
empresa puntera en España en la
elaboración y comercialización de los vinos de nuestra tierra.
Conocí las excelencias
de sus caldos gracias a mi amiga Pili, cuando una noche llegó a casa a cenar
acompañada de una botella de “Botani”. Nunca olvidaré ese día, pues desde
entonces me interesé por la historia de esta joven firma malagueña que tanto éxito
tenía.
Las Bodegas Ordóñez decidieron asentarse en el año 2004 en el pueblo de
Almachar, en pleno corazón de la
Axarquía malagueña, lugar que siempre ha gozado de gran fama por la calidad de
sus pasas. Animaron a los viticultores locales a destinar sus uvas moscateles de Alejandría a la
recuperación de nuestros famosos vinos y han conseguido algo difícil de igualar,
llegar a ser referentes mundiales en el mundo vinícola. Con trece denominaciones de origen en
nuestro país, entre ellos D.O. Málaga y Sierras de Málaga, han
conseguido catapultar de nuevo a la fama nuestro querido moscatel.
Es de gran importancia
que sigan realizando la recolección como antaño, de forma artesanal, y es que
la orografía del terreno, montañoso y con pronunciadas y abruptas pendientes,
impiden la utilización de máquinas tanto para la recogida, realizada
manualmente por los agricultores de la zona, como para el transporte de las
cajas, realizados por esos animales tan de nuestra tierra, las mulas.
Sus deliciosos vinos han
sido servidos en las mejores mesas, con los más importantes comensales que
podamos imaginar. Los grandes chefs los aconsejan para maridar muchos de sus exquisitos
platos.
¡Esto debe ser un gran orgullo para todos los malagueños!.
Como sabéis intento
aprovechar todos los momentos que se me presentan en la vida si con ello puedo
rescatar del olvido a mis antepasados. Y desde que tuve noticias de ellos, hace
ya tiempo, mi intuición me decía que
mi bisabuelo Arturo tenía muchas señas de identidad comunes con las Bodegas Ordóñez.
Entre otras, la filosofía de potenciar los valores propios de nuestra tierra,
ofrecer un homenaje al pasado recuperando la memoria histórica del siglo XIX y
principios del XX, y el reto de intentar alcanzar la fama y el prestigio con el
esfuerzo personal.
Pues bien hace pocos
días decidí por fin escribirles y enviarles una poesía de mi bisabuelo llamada
“La vendimia”, que a mi me parece muy bonita e interesante, y cual fue mi
sorpresa cuando me contestaron y me dijeron que les había gustado mucho y que
querían conservarla.
Quiero agradecerles
desde aquí la amabilidad que han tenido, enviándome unas botellas de “Botani” como obsequio.
Anoche preparamos en casa una cenita junto a los míos, con la excusa de probarlos y poder disfrutar de su
sabor tan especial. Nuestro primer brindis fue por la familia Ordóñez con el deseo de que alcancen sus sueños dentro del mundo empresarial.
Hoy publicaremos la estrofa
inicial de esta poesía:
LA VENDIMIA
Llegó ya el estío;
ya el campo se llena
de luz y perfumes
y dulces cadencias
y fúlgidos tonos;
ya, verdes y
espléndidas,
de pámpanos cubren
los montes las cepas;
ya Baco, sediento,
levanta en la diestra
la copa en que
ardiente
desbórdase el néctar.
(…)
BIBLIOGRAFÍA:
- Página web Bodegas Ordóñez:
- Poesía “La Vendimia”,
Reyes, Arturo. Edición homenaje de la Caja de Ahorros Provincial. Gráficas San
Andrés. Alonso Cano, 4. Málaga, 1968.
¡¡¡¡ Pepa, buenos dias, menuda sorpresa leyendo ésta entrada de hoy en tu blog...segurisima que D. Arturo hubiese disfrutado con éstos grandes vinos de Bodegas Ordoñez !!! vinos que tuve la suerte de que llegaran a Mi cocina y que he ido conociendo y paladeando ése nectar de dioses que embotellan tan sabiamente....Con tu permiso, ésa "vendimia" de D.Arturo, me servirá para una entrada próxima en Mi cocina..."Tu cocina". Un abrazo.
ResponderEliminar