Ya en 1911 mi bisabuelo
Arturo, con cuarenta y siete años, siente como la salud va resintiéndose y
debilitándose, lo que le hace apartarse de la vida bulliciosa. Cambia las
reuniones de amigos y las tertulias literarias por el "cuarto de trabajo". Los más allegados lo visitan en su casa, en la Plaza de la Merced, y es allí donde
pasa la mayor parte del tiempo, descansando, escribiendo, leyendo y charlando con sus íntimos amigos. Es en esta época cuando
aparece en él, el espíritu religioso y místico, le preocupa el más allá,
y no quiere morir sin sentirse cercano a lo divino.
Tiene la suerte, de
que por esas fechas, recala en Málaga, el sacerdote y cronista orensano, D.
Eugenio Marquina y Álvarez, nombrado Arcediano de la Catedral de Málaga. Este
personaje religioso jugó un papel
muy importante en el mundo de la cultura tanto en su tierra de origen, Orense,
como en la ciudad que posteriormente lo acogió, Málaga.
Para mi bisabuelo fue un gran apoyo y consuelo en esos momentos tan difíciles, en los que sus fuerzas y su ánimo comenzaban a flaquear. Y es por este motivo que hemos querido homenajear a este sacerdote, intentando realizar sobre él una pequeña biografía pero desafortunadamente, no ha sido posible, debido a la escasez de noticias que existen en internet sobre este ilustre personaje. Mi bisabuelo Arturo, sí le dedicó una hermosa poesía de la que os mostraremos algunos fragmentos.
Para mi bisabuelo fue un gran apoyo y consuelo en esos momentos tan difíciles, en los que sus fuerzas y su ánimo comenzaban a flaquear. Y es por este motivo que hemos querido homenajear a este sacerdote, intentando realizar sobre él una pequeña biografía pero desafortunadamente, no ha sido posible, debido a la escasez de noticias que existen en internet sobre este ilustre personaje. Mi bisabuelo Arturo, sí le dedicó una hermosa poesía de la que os mostraremos algunos fragmentos.
Es de destacar entre las
actuaciones de D. Eugenio, la organización junto a otros distinguidos artistas, del Pabellón
de Arte de la Exposición de Málaga en 1924. También su trabajo en la Comisión
Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Málaga; su colaboración con
la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, y sus meticulosos
estudios sobre el arte religioso español.
Hoy, como siempre, será nuestro
catedrático de Literatura Española, D. Cristóbal Cuevas, quien nos informe sobre la vida del escritor malagueño…
“Su salud, sin embargo,
seguía empeorando. Tras una recaída, el médico le sometió a un régimen
alimenticio mucho más severo que hasta entonces, prohibiéndole totalmente el
alcohol.
“Hace ya un par de años
– escribía en 1913 La Tribuna - que
el médico le había puesto a régimen lácteo, apartando de sus labios para
siempre el vaso que rueda tan frecuentemente por las gargantas de los personajes
de sus novelas, y mandándole guardar las fuerzas que tanto prodigaban los
actores de sus libros, prontos a dar la vida o a arrancarla al pie mismo de las
rejas de las mujeres de Capuchinos, de la Victoria y de la Goleta.”
Como consecuencia de las
severas prescripciones, su vida de relación se vio considerablemente reducida,
debiendo permanecer en su casa, apartado de todo bullicio, durante cada vez más
largas temporadas, lo que acababa con su paciencia y sumía su espíritu en las
más amargas cavilaciones.
El progresivo
agravamiento de su enfermedad acendraba y enardecía, sin embargo, sus
desengañados sentimientos religiosos. Mantiene ahora largas conversaciones con
el Arcediano de la Catedral, P. Eugenio Marquina, con el que entabla una
entrañable amistad que habrá de durar hasta su muerte.
Arturo se muestra ya de
vueltas de todo, y proclama a los cuatro vientos una completa repulsa a las
opiniones y actitudes de su juventud.
“Recientemente – decía
su amigo Manuel Martínez Ruiz – he oído leer al poeta algún trozo de sus obras,
y Arturo Reyes ha rectificado muchas de sus apreciaciones de joven, porque “no
se piensa lo mismo a los veinte años –ha dicho el poeta- que a los cuarenta y
siete”.
Fruto de una de estas
conversaciones con su confesor y amigo es el conmovedor poema “Consolación”,
dedicado al mismo Marquina, en que una dulce melancolía va quitando amargura a
la desilusión, al paso que el poeta logra una hermosa profundización en la
vivencia religiosa:
“Acedos y desabridos
son los frutos de esta
vida,
que está la rama podrida
y los troncos
carcomidos.
¡Ay, cuántos, cuántos
vencidos
tornáronse vencedores
al dejar de los errores
los deleitosos senderos,
en donde fueran pecheros
de los más viles
señores!
***
Cuán loco, ¡oh mi Dios!, viví
en mi ardiente juventud;
rayo y torrente y alud,
cuántas veces me sentí;
mas al fin, mi Dios, te
vi
al rugir la tempestad,
que tu infinita bondad
me hizo el riesgo
conocer,
cuando ciego iba a caer
en brazos de la
impiedad.” (DC, 68 y 71).
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
- “Del Crepúsculo”.
Poesías póstumas. Reyes, Arturo. Málaga, Zambrana Hermanos. Impresores. 1914.
ENLACE INTERNET:
- "Pedro de Mena Escultor: Homenaje en su tercer centenario". Estudios críticos de Eugenio Marquina, y otros:
A partir de ahora cuando pase por la Plaza de la Merced, me acordaré de D.Arturo.
ResponderEliminarQueria contarte y dejar mi experiencia en tu maravilloso blog de algo que me ha impresionado, verás.....Cuando me enviastes tu regalo, el libro de Cartucherita es lo que más me llegó al corazón, no pude dejar ni un día para hacer una receta malagueña, publicarla para agradecertelo y rendirte a ti y a D.Arturo mi pequeño homenaje en el blog. Ese día me vino a la mente un cuadro que me entusiasma, Noche Clara en La Caleta de Denis; aún no había leido el libro te lo puedo asegurar...me imaginé al guapisimo y famoso torero, a su amor y a sus amigos en la playa, en una fiesta, como en el cuadro donde intenté verles y así lo conté, así lo escribí y así lo publiqué.
Cuando leí el libro, que por cierto me cautivó de tal forma que lo hice en menos de dos dias y llegué a ésas páginas donde efectivamente tuvieron una noche de fiesta en las playas malagueñas, me impresionó sobremanera. Era como si mi mente, mi memoria me hubiese recordado que ya lo sabía, que quizás en otra vida, en otro momento ya lo hubiese vivido, lo hubiese sabido....
Creo y pienso que igual es así. Yo tuve que haber conocido a D.Arturo, a quien sigo admirando y teniéndole un cariño especial.