A pesar de la
inactividad del blog este último mes, queremos seguir el curso de la historia,
y continuar trazando la biografía de mi bisabuelo. Como ya os conté el último
día, Arturo, en esta última época de su vida, y ya enfermo, cambió radicalmente
su visión sobre lo humano y lo divino, pasando de ser un ateo agnóstico a
convertirse en un ferviente creyente.
El teólogo y filósofo
escocés Robert Flint (1830-1910), fue
la persona que definió por vez primera el concepto de “ateo agnóstico”:
“Si un
hombre no ha conseguido encontrar ninguna buena razón para creer que hay un
Dios, es perfectamente natural y racional que no deba creer que exista un
Dios; en ese caso, es un ateo… si
va más allá, y tras una investigación de la naturaleza y el alcance del
conocimiento humano llega a la conclusión de que la existencia de Dios es
imposible de probar, deja de creer en ello basado en que no puede conocer su
veracidad, entonces es un agnóstico y también es un ateo, - un ateo por su
agnosticismo-…”
Probablemente esta nueva
percepción de la religiosidad en sus últimos años de vida, haría más dichoso a
Arturo pues encontraba repuestas a muchas de sus preguntas existenciales pero
posiblemente también se sentiría culpable por haber criado a sus hijos en el
agnosticismo.
Aunque ya era tarde, Arturo
intentaría remediarlo, dándole buenos consejos a sus descendientes. Y prueba de
ello es que le hizo un bonito regalo a su hijo Adolfo, su biblia, un volumen que
él había leído y releído hasta que por fin había recogido sus frutos. Y ya no
la necesitaba sino para regalársela a su querido hijo.
Nota: Fotografía de la Biblia de Arturo Reyes.
Este precioso volumen ha
sido conservado por la familia como un tesoro, pasando de las manos de mi bisabuelo
a las de mi abuelo, y de éste a las de mi padre. En la actualidad es mi hermano
el que la conserva. Para mí su verdadera importancia radica en las dedicatorias
que contiene. De Arturo para su hijo Adolfo, y de mi abuelo Adolfo a mi padre.
Todas estas anécdotas
nos la relata como siempre nuestro admirado catedrático D. Cristóbal Cuevas en su libro sobre el escritor malagueño…
“En octubre de este mismo año, apenado
por la actitud de sombrío escepticismo religioso de su hijo Adolfo, que contaba
a la sazón veintiún años de edad, le regala su propia Biblia, con una patética
dedicatoria que constituye la profesión más auténtica de su fe actual, y que
nos parece documento insustituible para conocer su ideología en los últimos
años de su vida:
“A mi hijo Adolfo.
La medio leí la primera
vez a los veinte años y no supe apreciarla en su inmenso valor; volví a leerla
cuando, desengañado de la vida, mi espíritu caminaba doliente y solo por un
desierto sin fronteras, y ella fue el divino oasis consolador donde recobré las
energías necesarias para no detenerme bruscamente en mitad del camino y poder
proseguir mi senda, sin temor ni vacilaciones.
Yo, como tú, en mi
juventud quise mitigar en la ciencia de los hombres la sed inextinguible del
alma, y en vano seguí a los más ilustres pensadores por sus elucubraciones a
ras de tierra; salí de su senda aún más entristecido y desalentado que ya lo
estaba; leí después este libro de nuevo y al concluir de leerlo por segunda vez
en mi vida exclamé con Bonaparte: “Jesús no fue un hombre”. Volví a leerlo en
mis horas de desaliento y concluí por gritar con toda la energía de mi alma:
“Jesús es el Hijo de Dios”.
Léelo tú también en los
momentos en los que tu espíritu busque una onda pura en que calmar la ardiente
sed de consuelo que nos hace sentir existencia tan combatida, y llegará un
momento en que, poniendo tus labios en los pies de un crucifijo, dirás: “Yo
creo en Tí, Dios mío, como dijo y repitió y morirá repitiendo tu padre, Arturo
Reyes.
Obre., 1911.”
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- “The Croall lecture”,
1887-1888. Flint, Robert Publicado en el 1903 con el título “Agnosticism”.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
Ufffff.....que dedicatoria más maravillosa. Me has vuelto a emocionar y mi corazón sigue en un puño mientras te escribo para darte las gracias por compartir éstos tesoros familiarias que nos acerca más aún a un gran escritor y poeta, a mi admirado D.Arturo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.