Hoy el catedrático
malagueño Cristóbal Cuevas reproduce
de forma fidedigna, la entrevista que Salvador
Rueda y Arturo Reyes mantuvieron en Madrid en 1893 y, dónde destaca la
valentía que Arturo, escritor aún poco conocido, demuestra ante uno de los
grandes de la literatura española de aquella época.
Reyes no se achantó ante Rueda
y supo salir victorioso de la encrucijada donde se encontraba. No permitiría
que nada ni nadie destruyera su gran deseo: conseguir el prólogo de Núñez de
Arce para su nueva obra…
Nota: Inscripción sobre la puerta de la casa natal de Salvador Rueda en Benaque (Macharaviaya) Málaga.
Sigue así...
Sigue así...
“Entonces Rueda se pone
a la defensiva, exagerando las dificultades de la empresa, intentando tal vez
con mezquindad sólo subconsciente, desanimar a su inexperto émulo, que había
acudido a él precisamente en busca de ánimos.
Arturo reproduce así las palabras de Salvador:
“Tengo la cabeza estallante de cosas y de ideas; a veces me la tengo que
sujetar entre ambas manos para que no se me salte; a poder, le pondría un
cintillo de oro y de pedrería, no como corona, sino a modo de camisa de fuerza.
No puedes imaginarte lo
que es esta vida, esta lucha; se necesita
ser un titán, un cíclope para no caer desplomado. La envidia, ¡ah, la
envidia!. Tú no sabes, no tiene entrañas; encontrarás cien y cien personas que al presente [se te] meterán en el corazón, pero apenas vuelvas las
espaldas te apuñalarán sin misericordia. Esto es coto cerrado; aquí no se le
permite la entrada a nadie. En los muros de la ciudadela vigila el egoísmo, y
guay del temerario que quiera burlar el cordón.”
Ante semejante andanada,
Reyes se queda aun más desconcertado. Sin embargo, en un súbito destello de
buen sentido, típico de su poderosa inteligencia intuitiva, replica a su amigo
que, si todo es realmente tan difícil, cómo ha podido él mismo abrir brecha en
la muralla.
Tras un momento de vacilación,
responde Rueda con énfasis: “¿Y tú sabes lo que yo he tenido que pelear? Para
llegar a donde he llegado he necesitado ahogar al enemigo bajo brazadas de
flores, deslumbrarlo, enloquecerlo, volverlo loco con una orgía de color.
Hacerles percibir lo que ellos no habían percibido; hacerles comprender que la
creación no es más que una inmensa estrofa cantada por Dios…”.
El simpático precursor
del Modernismo continúa espetando a su boquiabierto interlocutor, en este mismo
tono, una larga y retórica parrafada, a la que la matizada zumba con que la
transcribe Arturo convierte en chistosísima parodia. El calor amistoso se había
roto ya degenerando la conversación en una tensa disputa, en la que Arturo
responde con velada ironía a la declamación de Rueda, que ahora pretende
constituirse a los ojos de su inopinado rival en fundador del Modernismo, como
si Rubén Darío no hubiera existido en el mundo.
Al fin se despide
Salvador, asegurando de paso a su paisano Arturo, que Núñez de Arce no le
escribirá el prólogo que le había prometido, y que lo mejor que hace es
abandonarlo todo y marcharse.”
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
que dos grandes genios de la escritura y los dos malagueño y arturo intentando conseguir su objetivo , lo conseguirá léanlo en las próximas entrada de este blog maravilloso. enhorabuena pepa y sigue en tu gran labor de difusión cultural tu amigo antonio .
ResponderEliminar¡¡¡ Debes estar realmente orgullosa !!! En ese sentimiento, con tu permiso, yo lo estoy.....sigue difundiendo nuestra cultura, y ese arte que tenían tu padre y tu abuelo....en este estupendo blog, una gran labor tuya, una artista malagueña.
ResponderEliminarEnhorabuena.