En el día de hoy el blog
de la mano de D. Cristóbal Cuevas,
nos cuenta el desenlace de la conversación que Arturo Reyes mantuvo con su paisano Salvador Rueda en Madrid
en 1893, y que sirvió a Reyes para
reflexionar sobre sí mismo como escritor y para no dejarse arrastrar por el pesimismo de Rueda.
Su impetuosidad y fuerte
temperamento le impedían dar marcha atrás en sus propósitos. Y fue por
casualidad, “de chiripa”, como en Málaga decimos, que Reyes, mientras paseaba
solo y sin rumbo fijo por Madrid, tuvo un encuentro inesperado con un
importante periodista que le tendió la mano.
Sigue así…
“Estas últimas palabras
de Rueda fueron salvadoras para Reyes, cuyo noble orgullo se yergue ante un
reto tan descarado.
“Cuando salió Salvador –
nos cuenta – quedé más sombrío que estaba cuando aquél entró; me sentí más
solo, más abandonado, pero en el fondo de mi desaliento sentí germinar la
cólera. ¿Por qué había de desmayar de aquel modo?
Los versos que llevaba
en mi cartera habían sido, algunas de sus composiciones, publicados en las
mejores revistas españolas: “La
Ilustración Española y Americana”
habíales dado albergue a unos tercetos dedicados a un amigo, y estos tercetos
habían sido traducidos y reproducidos en “La
Ilustración Italiana”; además, Núñez
de Arce, Manuel Reina, Gonzalo de Castro, Jurado de la Parra y algunos
otros conocían muchos de los trabajos, que habían aplaudido con algún calor.
¿Por qué, pues, desesperarme de aquel modo?.”
Al día siguiente,
mientras deambula otra vez confuso por Madrid dando vueltas a sus pensamientos,
Arturo se encuentra en la Carrera de San
Jerónimo con el periodista Jurado de
la Parra.
Era éste persona de
inmensa generosidad, cariñoso, limpio de toda envidia, y decidido como nadie
cuando se trataba de prestar ayuda a un compañero. Apenas se entera del asunto
que trae al poeta malagueño por la Corte, un torrente de palabras cálidas y
reconfortantes sale de su boca, asegurando que el triunfo, dado el positivo
valor de los versos de su amigo, no ofrece dificultad alguna.
“Jurado – escribe Reyes- hizo cambiar a mis ojos la decoración; la
perspectiva se vistió de más risueñas tintas. Todo cuanto me habían dicho los
espíritus pesimistas era falso. Madrid no era la ciudadela inexpugnable de que
me hablara Salvador; para penetrar en ella no había necesidad de escalar sus
muros; sus cien puertas se abrían de par en par a todo el que llegaba con algo
en el alma y algo también en el pensamiento. Era cosa indudable que D. Gaspar Núñez de Arce me escribiría
el prólogo; además él tendría sumo gusto en presentarme a todos los maestros y
a todos los compañeros.”
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
ME HA GUSTADO MUCHO LEER EL COMENTARIO SOBRE JURADO DE LA PARRA. ESTE SEÑOR ERA TIOABUELO DE MI MADRE, PERO NO TENEMOS MUCHA INFORMACIÓN DE ÉL.
ResponderEliminarÉl fue un gran amigo de mi bisabuelo que le abrió las puertas de Madrid. Si no hubiera sido por él, creo que Arturo Reyes no se habría dado a conocer como escritor en Madrid.
ResponderEliminarEn el blog estoy escribiendo literalmente un libro que escribieron sobre mi familiar, y probablemente su familiar, Jurado de Parra, volverá a reaparecer. Existe un epistolario familiar donde seguramente habrá cartas suyas enviadas a mi bisabuelo.
Si quiere contactar conmigo estaría encantada en conocerla. Gracias por su comentario.
Mi dirección de correo es: pepareyess@hotmail.com