Arturo Reyes sigue su estancia en
Madrid, con una actividad seguramente frenética, en su afán por llegar a lo más
alto de las cumbres literarias. No quiere desaprovechar ninguna oportunidad que le
ofrezcan y se deja guiar por aquellas personas que le han demostrado su
amistad, su lealtad y en las cuales puede confíar.
El catedrático malagueño
de literatura española, D. Cristóbal
Cuevas, sigue desgranando la vida de este malagueño, que como tantos otros artistas, tuvo que marchar a Madrid en busca de una oportunidad…
Nota: Perspectiva de la calle Alcalá, Madrid. 1893.
Autor: Ch. Franzen. Archivo Espasa - Calpe (Madrid).
“En este mismo viaje Arturo hubo de realizar otras entrevistas de las que no nos queda memoria. Sin duda, fue a ver a Galdós, y quizás también a Ortega Munilla. Nuevas amistades hubieron de entablarse en los días que Arturo permaneció todavía en la Corte, mientras se consolidaban y estrechaban las antiguas.
Autor: Ch. Franzen. Archivo Espasa - Calpe (Madrid).
“En este mismo viaje Arturo hubo de realizar otras entrevistas de las que no nos queda memoria. Sin duda, fue a ver a Galdós, y quizás también a Ortega Munilla. Nuevas amistades hubieron de entablarse en los días que Arturo permaneció todavía en la Corte, mientras se consolidaban y estrechaban las antiguas.
Ello explica la
importancia capital que esta primera visita a Madrid tiene en su vida de
escritor. Gracias a ella, consigue calibrar fundadamente sus posibilidades,
tomando el pulso a poetas y novelistas de prestigio nacional.
En sus visitas y
conversaciones oye muy diversos pareceres sobre sus escritos, la mayoría de
ellos elogiosos, cuando no admirativos, lo que le permite cerciorarse
definitivamente de sus posibilidades de triunfo, y le anima a luchar cuanto
haga falta para alcanzarlo. Una profunda confianza en sí mismo, y una
definitiva afirmación en su vocación literaria son los frutos cosechados en
este fecundo viaje a Madrid.
A su regreso a Málaga,
del que nos da cuenta Gonzalo de Castro
en la carta a que antes nos hemos referido y que se conserva en el ART, el
relato de sus andanzas enardece a sus amigos, que lo acogen como a un
triunfador. Arturo cuenta con encendidos colores sus entrevistas, visitas,
juicios e impresiones en los entrañables círculos literarios de su patria
chica.
Jurado de la Parra, en carta de 19 de
noviembre, confirma tan felices noticias:
“Querido Arturo: Hablé
como te indicaba, con D. Gaspar, y hoy también he paseado con él, y como
comprenderás te hemos dedicado el rato. El maestro se muestra muy cariñoso
contigo, y conmigo como nunca. Me asegura que cuando tenga un poco de fuerza
física que le falta trabajará en tu prólogo. Le encuentro muy animado en tu
favor, y creo que nos servirá bien… Don Gaspar me ha hablado de si te
convendría ser redactor de un periódico, ya que para empleado civil te falta
algo, y yo le he contestado que eso no tiene más defecto para ti que el que le
encontraba el paleto del cuento a la novia: que era tetona.”.
Pese a tan risueñas
perspectivas, sin embargo, las ocupaciones continuas de Núñez de Arce y su crónica falta de salud fueron demorando el
cumplimiento de su promesa por espacio de más de dos años.
Todavía en 11 de marzo
de 1895 escribirá Pepe Jurado a su
amigo malagueño: “Sé por D. Gaspar que ayer u hoy te iba a mandar el prólogo, pero como me ha dicho lo mismo
otras veces, dudo que lo haga.”
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
No hay comentarios:
Publicar un comentario