Arturo Reyes era un
hombre modesto y humilde que necesitaba pluriemplearse para poder salir
adelante, pero tuvo una gran suerte en su vida al conocer, a veces casualmente,
a personas importantes e influyentes, interesadas por el mundo de la cultura,
que creyeron en su obra y le tendieron una mano, convirtiéndose en cierta forma
en sus padrinos y protectores.
Hoy Arturo conoce por
casualidad en su ciudad natal, Málaga, a Antonio Cánovas del Castillo y
Vallejo, sobrino del famoso político y estadista Cánovas del Castillo. Este
señor además de ser abogado, se dedicó también a la política, siendo por algún
tiempo gobernador civil de nuestra provincia, para posteriormente conseguir
fama como fotógrafo, y con su seudónimo profesional “Dalton Kaulak”, cautivar
con sus instantáneas a los españoles de su época y a los de generaciones
posteriores.
De no ser por él quizás
la nueva novela de Arturo, “Cartucherita”, no hubiera salido a la luz …
Nota: D. Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo, Gobernador Civil de Málaga (siglo XIX).
Y así nos lo relata en su libro el
catedrático D. Cristóbal Cuevas:
“Por aquel entonces,
arreciando las necesidades económicas, Arturo hubo de dedicar más tiempo que
nunca a los trabajos de representación de comestibles ultramarinos, que
distribuía entre los minoristas malagueños durante las horas que le dejaban
libre sus actividades periodísticas y su trabajo en el Ayuntamiento desde marzo
del 95 (carta de Gonzalo de Castro, 27. III. 1895; A R T).
Y precisamente habría de
ser en el ejercicio de tan prosaicos menesteres como encontraría un gran amigo
y protector de su obra:
“Un día – escribe él
mismo- en que, armado de unas sustanciosas muestras de chorizos legítimos de
Candelario y de sabrosos quesos del Manzanares, hacía el diario recorrido por
cuenta de un conocido comisionista, que al año no pudo soportarme más y me puso
con la mayor cortesía de patitas en la calle; estando, repito, armado de armas
tan bienolientes y tentadoras, dándole coba al dueño de un ultramarinos de
Puerta del Mar, y entonando en honor de los chorizos y el queso un canto apologético
digno de un homenaje de gratitud de todos los fabricantes de embutidos de la
antigua Vasconia y de quesos de la rancia Castilla, entró, cortándome el hilo
de mi patriótico canto, una comisión que, sable en mano, iba dispuesta a hacer
contribuir al dueño de la abacería, con alguna suma a los próximos festejos;
comisión compuesta de dos personas de mi afecto, el entonces presidente de la
Diputación D. Miguel Morales Hidalgo, que en paz descanse, y el señor D.
Francisco Cárcer, si no recuerdo mal, y un tercero, bajito, grueso,
elegantemente ataviado, de carnosas y sonrosadas mejillas, ojos de un verde
azulado, barba rala de oro, y expresión bondadosa, con algo de infantil en la
sonrisa, perenne compañera de sus labios gruesos y encendidos.”
“Oculté necia,
estúpidamente, las muestras, llevando a la espalda la mano que las aprisionaba,
en tanto con la otra estrechaba la de los primeros, y – Diga usted, ¿usted es
Arturo Reyes?, me preguntó dirigiéndose a mí bruscamente el de la rala barba de
oro y de expresión bondadosa.
- Servidor de usted.
- ¿El autor de “Cosas de
mi tierra”?
- Eso dicen, y yo lo
creo.
El que de tal modo me
interrogaba era el entonces gobernador de la capital, Sr. D. Antonio Cánovas
del Castillo y Vallejo.
Honrado desde aquel día
con su amistad, no pasaron muchos sin que me preguntara si tenía algo parecido
a “Cosas de mi tierra”, y al oírme hablar de Cartucherita,
- Yo necesito conocer
eso – me dijo.
Desde que oyó su
lectura, se declaró padrino del afortunado torero, y pronto salió a la luz
“Cartucherita.”
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
ENLACE ANTONIO CÁNOVAS DEL CASTILLO Y VALLEJO:
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar