Mi bisabuelo siempre
tuvo la necesidad de sentirse reconocido por su ciudad natal, a la que se había
entregado en cuerpo y alma, no sólo con su creación literaria sino también
intentando que se conservaran en Málaga todos los restos arqueológicos que fueron
encontrados tanto en la Alcazaba como en otros lugares de la provincia. Nunca
cejó en su empeño y trabajó con todo su vigor a pesar de sus serios problemas
de salud para que nuestra ciudad fuera reconocida en todos los ámbitos
culturales. Su esfuerzo se vio recompensado cuando el 5 de septiembre de 1912
se celebró en el Teatro Cervantes un acto en el que se homenajeaban
conjuntamente a tres escritores malagueños: Ricardo León, Salvador Rueda y al
mismismo Arturo.
Y es como siempre, el
catedrático D. Cristóbal Cuevas en su libro sobre el autor, el que nos relata
con todo lujo de detalles este acontecimiento:
“Entretanto, las
comisiones designadas en la reunión del 21 de febrero de 1911 habían ultimado
los preparativos del magno
homenaje que Málaga había decidido tributar a su enamorado cantor, junto con
Ricardo León y Salvador Rueda- el autor de En
tropel quien había sido incluido en dicho homenaje por sus partidarios a
última hora-.
Se había pensado que el
solemne acto, aunque realizado en la capital mediterránea, tuviera en lo
posible resonancia nacional, como público reconocimiento de toda España a los
méritos de los homenajeados. Para ello se cursaron invitaciones a las
principales figuras de las letras de entonces, encargándose del discurso
laudatorio al joven y brillante charlista Federico García Sanchiz, que contaba
a la sazón 28 años. Los actos habrían de tener lugar en el teatro Cervantes el
jueves 5 de septiembre.
Desde muchos días antes,
la Comisión trabajó en la preparación del escenario, que, según testimonios de
la época, presentaba al final un aspecto fastuoso:
“Al fondo, en el centro,
se alzaba el trono destinado a la Reina y la Corte de la Poesía. Una grada de
tres peldaños, cubierta por un tapiz, daba acceso al trono, de damasco, con
áurea guarnición. A un lado y a otro, rescatando el fondo del escenario, dos
pabellones y un artístico adorno de flores y de plantas. Una caprichosa
combinación de bombillas eléctricas y arcos voltaicos difundía sobre el trono
una fantástica luminosidad. En la parte izquierda del escenario, se hallaban
los asientos reservados a las autoridades… En la parte derecha, otros sillones
reservados a la Comisión organizadora… Y en primer término de ese lado, en
sillón y mesa aparte, el lugar del mantenedor… Una rampa adornada de flores
establecía la necesaria comunicación entre la sala y el escenario.”
A las nueve de la noche
del día señalado tuvo lugar la fiesta, a la que no pudieron asistir ni Ricardo
León – por desgracias familiares-, ni Salvador Rueda – que alegó motivos de
salud-, lo que convirtió el homenaje en una apoteosis de Arturo.
Una concurrencia
distinguidísima se congregó en la amplia sala, siendo tan extraordinaria la
petición de localidades que hubo que instalar en el piso de tertulia palcos
adicionales. En los rellanos del patio y en el foso de la orquesta se colocaron
sillas, apiñándose el más selecto público incluso en las galerías altas.
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
¡¡ Un gran homenaje, merecidisimo y que las circunstancias hicieron que fuese él la gran estrella de la noche !! ¿Sabes que la semana pasada tuve que ir al centro y pasé a saludarle?
ResponderEliminar¿No tienes alguna foto o más detalles del acto?....pendiente y deseando seguir leyendote.....
Un fuerte abrazo.
Querida Toñi: Estoy buscando una foto que se realizó en el acto y que espero poder publicar la próxima semana. Gracias por tu apoyo incondicional guapa. :)
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