Tras el éxito del
homenaje que mi bisabuelo recibió por parte de su ciudad natal en el Teatro
Cervantes, sus amigos periodistas publicaron la noticia de que Arturo vivía en
la pobreza. A pesar de que era un empleado del Ayuntamiento de Málaga y tenía
ingresos fijos, el escritor debía de ser muy generoso y quizás derrochaba su
sueldo. Además de que tenía que cubrir las necesidades básicas familiares,
también dedicaba su salario a promocionarse como escritor: regalaba sus libros
a los importantes escritores de la época para que le realizaran la crítica literaria,
viajaba a Madrid siempre que se lo pedían sus compañeros de profesión, etc. Además tenía que
consolidar un estilo de vida bohemia, compartiendo con sus allegados y colegas,
tertulias y charlas literarias en las que me imagino que el vino, la cerveza,
las tapas y las comilonas regaban el ambiente.
El catedrático de
Literatura Española, Cristóbal Cuevas, nos cuenta en su libro sobre el escritor, este
acontecimiento de su vida…
“Al día siguiente, todos
los periódicos – malagueños y nacionales- se hacían eco del homenaje. Pero hubo
uno – Mundo Gráfico - que puso una nota sombría en medio de tanto ditirambo: En
aquel concierto de alegrías y de satisfacciones, desentonaba como una ironía
las sonrisa amarga de Arturo Reyes.”
Nota: Fotografía del homenaje realizado a Arturo Reyes en el Teatro Cervantes (1912).
También Antonio de Nicolás, en Vida Malagueña, se hacía eco de la extraña actitud de Arturo durante su homenaje. “Quizás pensaría – explicaba - en el forzado sacrificio que impusieron a su arisca modestia, su amoroso respeto a Málaga y su empleo en el Ayuntamiento, haciéndole protagonista de un atrayente número de los acostumbrados festejos veraniegos; en la enorme desproporción entre los miles de manos distinguidas que le ovacionaron y las poquísimas Béticas vendidas en Málaga; en los entusiasmos colectivos tardíos e improvisados, que se disipan como el humo; en la vanidad de las pompas humanas.”
También Antonio de Nicolás, en Vida Malagueña, se hacía eco de la extraña actitud de Arturo durante su homenaje. “Quizás pensaría – explicaba - en el forzado sacrificio que impusieron a su arisca modestia, su amoroso respeto a Málaga y su empleo en el Ayuntamiento, haciéndole protagonista de un atrayente número de los acostumbrados festejos veraniegos; en la enorme desproporción entre los miles de manos distinguidas que le ovacionaron y las poquísimas Béticas vendidas en Málaga; en los entusiasmos colectivos tardíos e improvisados, que se disipan como el humo; en la vanidad de las pompas humanas.”
Pero Mundo Gráfico se
había atrevido a poner el dedo en la llaga con mucha claridad: “Si su patria y
su tierra – escribía Paco Verdugo - consagraron el valer innegable del escritor
malagueño, su patria y su tierra no han tenido para Arturo Reyes las atenciones
a que estaban obligadas. Arturo Reyes, aunque sea doloroso y vergonzoso
decirlo, vive mal. Esto ocurre en un país como el nuestro, donde la protección
oficial en forma de credenciales y de destinos vitalicios reparte prebendas a
compadres de la política y se muestra pródiga con cualquier advenedizo, aunque
lleve por toda cédula personal la vigorosa presión de una buena influencia.
Este caso de Arturo Reyes es un caso de conciencia política, de decoro
nacional, y su remedio está en la mano del Sr. Ministro de Instrucción Pública.
¿Por qué no hemos de confiar en que cuando llegue a su conocimiento se
apresurará a evitar tamaña injusticia? Dejémonos invadir por un dulce y consolador
optimismo, y soñemos con que pronto el Sr. Alba dará a Arturo Reyes medios
decorosos de atender a su vida prestando útiles servicios a la nación y
procurándole la tranquilidad necesaria para que siga legándonos como tesoro
inapreciable sus cuentos y sus poesías inspiradísimos y sus novelas
maravillosas.”
La noticia de que Arturo
Reyes, por los motivos que fueran, vivía en la pobreza, causó de nuevo
sensación, como sucediera en 1904, en toda España. La prensa nacional en pleno
se hizo eco de la denuncia de Mundo Gráfico, apoyando su iniciativas Heraldo de
Madrid, El Cronista, Diario de Córdoba, El País, La Tribuna, La Correspondencia
de España, La Correspondencia Militar, Excelsior, ABC, etc., etc.
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
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