Hoy D. Cristóbal Cuevas
nos sigue relatando como fue el homenaje que Málaga ofreció a Arturo Reyes en
el Teatro Cervantes en 1912.
Me imagino a mi bisabuelo satisfecho y complacido porque por fin su tierra reconocía el enorme esfuerzo que él siempre había realizado para poder conseguir una variada y dilatada trayectoria literaria.
Málaga era su musa, su amante, y en ella encontraba la inspiración necesaria para sus obras. Además su ciudad natal era la fiel compañera que nunca lo abandonaba, porque cuando "la vida se le hacía cuesta arriba", disfrutaba de esos pequeños placeres que la vida nos depara. Me lo imagino viendo el atardecer en la playa junto a algún pescador que le enseñaba el arte de la pesca o a diferenciar las diferentes especies de pescados, o junto a sus amigos manteniendo una charla interesante y divertida en algún ventorrillo de los Montes de Málaga. Experiencias como esas, eran las que creo que emocionaban al poeta profundamente.
Málaga era su musa, su amante, y en ella encontraba la inspiración necesaria para sus obras. Además su ciudad natal era la fiel compañera que nunca lo abandonaba, porque cuando "la vida se le hacía cuesta arriba", disfrutaba de esos pequeños placeres que la vida nos depara. Me lo imagino viendo el atardecer en la playa junto a algún pescador que le enseñaba el arte de la pesca o a diferenciar las diferentes especies de pescados, o junto a sus amigos manteniendo una charla interesante y divertida en algún ventorrillo de los Montes de Málaga. Experiencias como esas, eran las que creo que emocionaban al poeta profundamente.
Él eligió seguir viviendo
en "Málaga la Bella", que trasladarse a la capital, Madrid, para intentar lograr allí un puesto de cierta relevancia en el mundo de la literatura.
Arturo escribió para el
homenaje que le habían preparado una preciosa poesía titulada “A Málaga”, en la que en sentidísimos versos
expresaba la admiración y amor que sentía por su tierra.
Otro día publicaremos íntegramente la poesía para que disfrutéis de ella. Ahora os contaremos como se desarrolló el homenaje...
Otro día publicaremos íntegramente la poesía para que disfrutéis de ella. Ahora os contaremos como se desarrolló el homenaje...
A continuación, el
mantenedor, Sr. Comenge, Gobernador Civil de Málaga, concedió la palabra a
Federico García Sanchiz, el cual “elogió a Arturo Reyes, del que dijo que le
sugería la visión de un patio en soledad, orlado de moriscos azulejos, a donde
llegaba el eco trémulo de la guitarra; dijo que Salvador Rueda le evocaba el
recuerdo de la paz campestre, en la hondura del camino, bajo el lujuriante sol
de Andalucía, oyéndose, lejano, el chirriar de las carretas, portadoras de
tinajas de vino; y describió con frases felices la entrada en Madrid de Ricardo
León y la forja de su fama, ensalzando con vivos colores su gran novela “Casta
de hidalgos”… Le “causerie” que fue un primor, valió al joven literato aplausos
calurosísimos.”
El secretario procedió
seguidamente a la lectura de las adhesiones entre el entusiasmo del público,
que coreaba los nombres de los personajes más populares.
Tras este ruidoso
paréntesis, la reina de la fiesta, Srta. Isabel Cárcer Trigueros, impuso a
Arturo la medalla de oro conmemorativa del acto. Acompañaban al homenajeado en
este momento Díaz de Escovar y Álvarez Armendariz. “Una ovación unánime, clamorosa, de varios minutos,
acogió al poeta cariñosamente.
Nota: Fotografía tomada durante el acto. (Archivo ART).
Hondamente emocionado, pero con clara dicción leyó Arturo Reyes sus sentidísimos versos… “A Málaga”:
Nota: Fotografía tomada durante el acto. (Archivo ART).
Hondamente emocionado, pero con clara dicción leyó Arturo Reyes sus sentidísimos versos… “A Málaga”:
Málaga hermosa,
Málaga mía,
gala y orgullo
de Andalucía; …
Por tanto amarte
no quise nunca
dejar tu seno,
donde se trunca
mi vida toda, donde he
vivido,
donde he sufrido, donde
he luchado
más olvidado que bien
querido;
mas aunque siempre más
me han amado
lejos del nido donde he
nacido,
¡cómo dejarte si siempre
has sido
y eres musa de mis
canciones!
¡cómo dejarte, si tú los
sones
de mis canciones das a
mi lira! …
¡Ay, no te dejo,
no te abandono,
que es en tu seno
donde ambiciono
ver acercarse mi hora
postrera,
cuando ya a salvo mi
caravana
dejar consiga tras la
frontera,
siempre indecisa,
siempre lejana,
de los abrojos que hallé
doquiera
pose mi planta! ¡Ay,
quien pudiera
tras tantas luchas y
sinsabores,
dormir tranquila y
eternamente,
bajo tu cielo
resplandeciente,
bajo tus campos llenos
de flores!
Al terminar, fue nuevamente
aclamado el poeta por el público, oyéndose entusiastas vítores. Casi con las
lágrimas en los ojos agradeció Arturo Reyes estas pruebas afectuosísimas de sus
paisanos, que le demostraron vivamente sus simpatías y su admiración”.
Tras su discurso final
del mantenedor, Sr. Comenge, que habría de dar lugar a una agria polémica de
prensa, terminó el acto con la despedida de la reina y corte, a los acordes del
“Himno a la Poesía”, entonado por la orquesta."
- Archivo familiar Reyes
(ART).
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
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