Licencia Creative Commons
Archivo Arturo y Adolfo Reyes Escritores de Málaga por Mª José Reyes Sánchez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

domingo, 11 de enero de 2015

HOMENAJE A LAS VICTIMAS DEL RADICALISMO ISLÁMICO: "JE SUIS CHARLIE, JE SUIS AHMED"


Una de las características que definen a Arturo Reyes es la “maurofilia”, lo que podríamos definir como un gran apasionamiento por todo lo que tiene que ver con la cultura árabe.

Criado cerca de la Alcazaba malagueña, desde pequeño mi bisabuelo soñó en sus cuentos fantásticos, con castillos y almenas, con guerreros y princesas.  

Ya de adulto tuvo la oportunidad de viajar a Tánger en varias ocasiones, y conocer "in situ" la cultura y el estilo de vida marroquí, lo que le sirvió para inspirarse y escribir crónicas sobre el país vecino como corresponsal de un periódico así como crear emotivas poesías de estilo orientalista.

A mi bisabuelo le encantaba leer poesías en la Alhambra y fotografiarse con atuendos árabes. Se sentía encantado cuando sus amigos lo llamaban en broma el  moro”, apodo que siempre mantuvo vivo, por su parecido fisonómico con nuestros antepasados.

Supo también inculcar ese amor sin límites a su hijo Adolfo, mi abuelo, quién dedicó parte de su vida a recoger un glosario arábigo andaluz que recogió en su librito “Ideario en estampas”.

Hoy ellos también dirían: “Je suis Charlie, je suis Ahmed”, ellos que trabajaron como periodistas y que siempre lucharon por la libertad de expresión. También nos pedirían que no seamos xenófobos, que sigamos conviviendo pacíficamente como en el pasado. Esa coexistencia que fue en nuestro país un ejemplo de convivencia y cooperación entre judíos, musulmanes y cristianos.





No dejemos que la ignorancia provoque un aumento de la discriminación pues sería injusto, seamos ejemplo de tolerancia.

Hoy tod@s estamos en la multitudinaria manifestación de París contra el terrorismo y a favor de la libertad de expresión, también acudimos a Nigeria donde se han autoinmolado varias niñas-bomba, y además viajamos al resto de países que sufren el integrismo islámico en su vida diaria y que pasan desapercibidos para el resto del mundo.

Desde aquí queremos mostrar nuestras condolencias por las diecisiete personas que han sido víctimas del radicalismo. Los atentados a la revista Charlie Hebdo y al supermercado judío tienen que ser el punto de partida de una nueva era en la que los lápices y la libertad de expresión lucharán contra las armas y el radicalismo.

Con esta poesía orientalista que escribió Arturo al final de su vida, queremos manifestar nuestro apoyo al pueblo francés. 


ABUL-KASSIN

Abul Kassin suspira,
y tañendo su lira,
de melódicos sones,
exclama, recordando el bien perdido
que parece llorar en sus canciones:
- ¡Oh, Sohail! ¿qué fué de tu pasado?
¿de la grandeza de tu ayer, qué ha sido?
¿en dónde están los nobles generosos
que en tu seno vivían,
que, a menudo, en sus brazos amorosos,
aquí me recibían?
¡No a mi voz ni a mi llanto ha respondido
ninguna voz amada;
el eco, o de la tórtola el gemido,
responde en la enramada!
Honda pena me causa, patria mía,
estar tus males viendo,
y no poder a la maldad impía
dar castigo tremendo.
En vano el alma en olvidar se empeña
aquellas dulces horas
de la niñez risueña,
edad en que, sonoras
como cuentas de oro,
resuenan al pasar alegremente;
edad que es de ilusiones un torrente,
y es, al par, de delicias un tesoro.

Errante peregrino,
por doquiera que fui, doquier mi planta
posar me hizo el destino,
tu nombre, sin cesar, en el camino,
repitió mi garganta;
lo repitió a la sombra que el sol tiende
del Ganges y del Indo en las riberas,
cuando sus velos de zafir y oro
y de ópalo, suspende
en el verde joyel de las palmeras,
o en el yelmo gentil del sicomoro;
lo repitió en los valles que ilumina
la luz del Septentrión, en el desierto,
en la margen sombría del mar Muerto
y en los campos de amor de Palestina.

Lo repitió en las noches estrelladas
ardientes, luminosas y calladas
que pasé en los desiertos arenales,
en el pobre aduar del beduino,
que rondan los chacales;
lo mismo a las caricias del destino,
que al duro restallar de sus dogales;
doquier lo repetía
recordando la edad en que dormía
al son de tus arrullos maternales.

¡Oh, Sohail natal, nido de amores!
quiera la aciaga suerte,
que en el postrer dolor de mis dolores
perfume las fragancias de tus flores
los labios de la muerte;
quiera el cielo que a ver tornen mis ojos
tu castillo altanero,
del moro orgullo y del infiel enojos;
tu mar, bruñido cual de limpio acero;
tus fuentes cristalinas,
en las que por beber, los anchos mares
cruzan las golondrinas;
tus huertos, gala de mis viejos lares;
tus floridas montañas,
donde labran las águilas su nido
y alzaban tus santones sus cabañas;
tus alcázares, donde tus celosos
emires ocultaban sus serrallos,
en donde los señores, en vasallos
tornábanse dichosos.

Tus campos bellos, del creyente encanto,
que, en mi lozana juventud remota,
crucé, feliz, sin conocer el llanto,
sobre mi pecho la bruñida cota,
que cien veces saltar hizo la espada,
y que el dardo burló del enemigo;
la costa  cincelada,
en lides cien de mi valor testigo;
jinete en mi corcel de largas crines,
siempre sediento de placer y gloria,
soñando con cantar mi propia historia
cantando a los más bravos paladines.

Y el bardo, al evocar su edad de mozo,
edad en que jamás la pena asoma,
que es mensajero de la pena el bozo,
edad florida que la dicha aroma,
cual la rosa el rosal; y al ver trocados
en escombros los bellos capiteles
de los aureos alcázares soñados;
y en yermos convertidos los vergeles,
y el castillo deshechas sus almenas,
y ya mustia la flor en sus jardines;
al ver entre cadenas
a los más valerosos paladines,
en la edad juvenil sus compañeros,
y al recordar la bella
mujer, que en los primeros
años amó de su existencia ingrata,
entristece su alma su querella,
y al triste yugo del dolor le ata
y la nostalgia del ayer le inspira
las más tristes canciones;
y por eso tan tristes son los sones
que el bardo arranca a su doliente lira.

Arturo Reyes
(Del Crepúsculo, 1914).