Licencia Creative Commons
Archivo Arturo y Adolfo Reyes Escritores de Málaga por Mª José Reyes Sánchez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

domingo, 24 de febrero de 2013

ASOCIACIÓN ZEGRÍ: PREMIOS FENIKÉ DE LA CULTURA 2013.


El pasado miércoles 20 de febrero la Asociación Cultural Zegrí celebró en el Teatro Alameda la novena edición de  los Premios Estrella Feniké de la Cultura, que destaca la labor cultural en Málaga de personajes e instituciones. El galardón es una reproducción en forma de moneda, que representa a “feniké”, la estrella polar que sirvió de guía a los fenicios para llegar a las costas malacitanas.


La gala fue presentada por Ana Belén Castillo y Antonio Ismael, que realizaron constantes guiños de humor, y animaron la velada en todo momento. Este año han recibido reconocimiento: el escritor Arturo Reyes, Hotel AC Málaga Palacio, el locutor radiofónico Diego Gómez, la poetisa Mª Victoria Atencia, la Banda Municipal de Música de Málaga, Producciones infantiles Miguel Pino, la escultora Elena Laverón, el cantante Pablo Alborán y el pintor antequerano Antonio Montiel.

Lo que no me podía imaginar era que iban a entregarle a mi bisabuelo Arturo la Estrella Feniké de Oro, el más importante galardón de la noche, por su contribución a la cultura malagueña, y en homenaje al centenario de su fallecimiento que se celebra este año.




Nota: Premio entregado a Arturo Reyes por la Asociación Cultural Zegrí.

El 2013 será un año de especial relevancia para Arturo, y en la que me siento en cierta forma responsable de aprovecharlo para intentar que su figura y su obra vuelvan a relucir como la estrella polar, como esa estrella Feniké que guió a los fenicios, y tengo además que intentar que las instituciones culturales de nuestra ciudad se sientan “en la obligación” de involucrarse para recuperar su legado para Málaga.

Hoy he leído en un periódico como el Alto Comisionado de la Marca España, Carlos Espinosa, mostraba su preocupación al afirmar que “los niños españoles dedican a estudiar su cultura y su historia una tercera parte de la media europea”. Ésta es una lamentable noticia que debería hacernos pensar y reflexionar sobre el relevante papel que juega la recuperación de nuestra memoria histórica como símbolo de nuestras señas personales, así como la importancia y necesidad de conocer nuestro pasado, para poder comprender nuestro presente y nuestro futuro. Necesitamos ejemplos de malagueños que nos motiven y que nos enseñen a amar nuestra tierra.

Son tantas las culturas que poblaron Málaga, y fueron tantos los personajes que dejaron huella aquí, que sería imposible enumerarlos. Por ejemplo, el siglo XIX fue una época prolífica en personajes famosos, algunos malagueños y otros hijos adoptivos, que lucharon porque nuestra tierra se situara en la cúspide de la fama.

Figuras de la talla de Díaz de Escovar, Ruiz Borrego, Moreno Carbonero, Denis Belgrano, Simonet, José Carlos Bruna, Emilio Thuiller, Rosarito Pino, Anita Delgado, Salvador Rueda, y un largo etcetera, fueron amigos y compañeros de mi bisabuelo Arturo, personajes famosos que deberíamos intentar reunir y recuperar, en forma de museo, en ese espacio cultural que todavía falta a nuestra ciudad y que el Ayuntamiento debería poner en marcha, donde pudiéramos conocer nuestra historia para sentirnos orgullosos de ella, y poder proclamar a todos la “Marca Málaga”, una marca no sólo basada en el turismo y en las bondades de nuestro clima y de nuestra gente, no sólo centrada en la figura de Picasso, sino también en el resto de personajes célebres que tuvimos y que tenemos en la actualidad.


Hoy quiero dedicar este premio a la Asociación Zegrí, por su magnífico trabajo en favor de la recuperación de nuestro legado cultural, y a su presidente Salvador Jiménez, en especial, por visibilizar la figura de un escritor costumbrista malagueño llamado Arturo Reyes, un autor que está olvidado entre las instituciones culturales malacitanas, a pesar de haber dedicado su vida a proclamar a los siete vientos las maravillas y bondades de su tierra y de sus gentes, a través de sus poesías, sus novelas y sus cuentos cortos ...

Continuará…

domingo, 17 de febrero de 2013

EL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES. NOVELA: "CARTUCHERITA" (II).


En su libro, D. Cristóbal Cuevas nos detalla en esta ocasión, el acto homenaje que la ciudad de Málaga, ofreció a Arturo Reyes, tras el éxito obtenido por su última novela "Cartucherita", y que se celebró en el Hotel Roma, edificio histórico y majestuoso que sigue en pié orgulloso de su pasado, pues en él se encierra parte de nuestra historia al hospedarse allí personajes de alta relevancia como Perez Galdós o Rosario Pino cuando venían a Málaga...



  Nota: Hotel Roma, Puerta del Mar, Málaga finales siglo XIX. Foto: Garzón. Archivo Temboury.

“También esta vez, como en 1895, el regreso de Arturo a Málaga revistió carácter de apoteosis. Sus paisanos, entusiasmados por los elogios que aparecían a diario en la prensa madrileña, le ofrecieron otro banquete el domingo 18 de abril en el Hotel Roma, al que asistieron cuantos representaban algo en las letras malagueñas.

“Estableciéronse dos cabeceras – dice una crónica de prensa-; una de ellas la ocupaba el Gobernador Civil de la provincia, teniendo a su derecha al presidente de la Diputación, y a la izquierda al Alcalde accidental; en la otra figuraba Arturo, teniendo a uno y otro lado, respectivamente, al Sr. Ortega Munilla y al Sr. Thuillier.”

De entre los numerosos asistentes al banquete queremos destacar a Manuel Altolaguirre Palma – pariente del autor de “Soledades juntas”-, Miguel Lebrón, José Carlos Bruna, León y Serralvo, González Anaya, Ramón A. Urbano, Narciso y Joaquín Díaz de Escovar, etc.

Entre los telegramas de adhesión, se recibió uno que hizo estallar en aplausos a los comensales; estaba fechado en Madrid y decía así: “Envían su aplauso a esa fiesta Campoamor, Núñez de Arce, Sellés, Palacio, Dicenta, Villegas, Benavente, Herrero, Rueda, Bahamonde, Vela, Soriano, Alcalde y Jurado de la Parra.

Consecuencia de este éxito fue la decisión de la Comisión Provincial de Cultura de adquirir “sesenta ejemplares de la preciosa obra de Arturo Reyes” con destino a las bibliotecas públicas."

Continuará…

Gracias al blog que el IES Rosaleda de Málaga está realizando sobre el escritor, podemos conocer la crítica que el autor malagueño recibió en la época, lo que os indico al final de la publicación por si fuera de vuestro interés ...

BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.

- "La arquitectura del turismo. Los orígenes de la oferta hotelera en Málaga (siglos XIX - XX). Heredia Flores, Victor Manuel. Revista Jábega.
www.unav.es/gep/HotelesMalagaJabega.pdf

- Archivo familiar Reyes (ART).

RESEÑAS "CARTUCHERITA" (BLOG IES ROSALEDA):




sábado, 9 de febrero de 2013

EL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES. NOVELA: "CARTUCHERITA" (1897).


En este episodio de la vida de Arturo Reyes, el escritor comienza a saborear las mieles del éxito, ha publicado su novela “Cartucherita”, en la que cuenta la historia de un humilde torero nacido y criado en el Perchel malagueño, que llegará a ser conocido en toda España, a través de esta obra. Y así nos lo cuenta D. Cristóbal Cuevas en su libro:

“ Coincidiendo con la pérdida de su íntimo amigo y compañero de profesión, Moja y Bolivar, sale a la luz “Cartucherita”, llevando al frente una cariñosa dedicatoria a su ilustre y generoso mecenas: 

“Al Excmo. Señor D. Antonio Cánovas y Vallejo, Gobernador Civil de Málaga, crítico notable, distinguidísimo literato y cariñoso patrocinador de Cartucherita. En testimonio de gratitud y amistosa consideración. EL autor”.

Un éxito fulminante saludó su aparición . Las reseñas más elogiosas aparecieron en todos los periódicos. 

Ortega Munilla, por ejemplo, escribía en “Los Lunes de El Imparcial”: “Ha aparecido un escritor. Se ha rebelado un novelista". Y unos meses más tardes completaba esta noticia, afirmando: “Acogieron el público y la crítica con igual aplauso al joven escritor malagueño, cuyo nombre traspuso en un punto la línea que separa al escritor poco conocido del autor célebre.”


 Nota: D. Antonio Cánovas del Castillo, en el centro de la fotografía.

“Tengo el gusto de participarle – le escribe desde Madrid, Cánovas y Vallejo el 5 de marzo-, que mi tío Antonio [se refiere al célebre estadista, que habría de morir asesinado por Miguel Angiolillo en el balneario de Santa Agueda, cinco meses y tres días más tarde] ha leído más de un capítulo de “Cartucherita” haciendo grandes elogios de la fuerza de expresión (sic) y del color que V. ha derramado en su trabajo. Me alegré mucho de que la justicia que le hizo la hiciera delante de varios amigos, a los cuales interesó naturalmente para que conocieran su producción de V.”

Toda la prensa de Madrid tributó un cálido aplauso al trágico relato, y Arturo hubo de desplazarse a la capital para recibir los plácemes de sus amigos, que le ofrecieron un banquete de homenaje, al que asistió lo más granado de los escritores de la época.

Entre las visitas que entonces realizó, destaca la que hizo a Galdós, que se mostró sumamente expresivo en los elogios de la obra.

El ágape tuvo lugar en la popular taberna de “Próculo”, que se hallaba situada en la calle de Santa Clara, frente a la casa donde Larra vivió y se suicidó."

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes (ART).

ENLACE ANTONIO CÁNOVAS DEL CASTILLO:

domingo, 3 de febrero de 2013

RELACIÓN ARTURO REYES - FEDERICO MOJA Y BOLIVAR


El año 1897 fue un año importante para Arturo Reyes ya que publica una de sus obras más célebres “Cartucherita”, pero por otro lado también sufre la pérdida de uno de sus mejores amigos, D. Federico Moja y Bolivar, periodista y escritor de origen santanderino que  participó activamente en 1895 en la fundación de la Asociación de la Prensa de Málaga, de la que fue su primer presidente. Fue en un corralón de la barriada del Palo donde falleció el gran intelectual cántabro, cuyos restos descansan actualmente en el Cementerio de San Miguel en Málaga.




Nota: Vista panorámica de la barriada del Palo (Málaga) en el siglo XIX.

D. Cristóbal Cuevas nos informa en su libro de algunos aspectos de la relación entre ambos escritores así como lo que ocurrió cuando Moja falleció:
  
"La publicación de "Cartucherita" se vió, sin embargo, ensombrecida en marzo de 1897 por un luctuoso suceso que acongojó profundamente el ánimo de Arturo.

El 26 de ese mes muere, en efecto, su íntimo amigo y brillante periodista Federico Moja y Bolivar, director en Málaga del diario “Las Noticias”. 

Santanderino de nacimiento – 1842-, había sido en Madrid colaborador de “El Imparcial”, “La Revista Europea”, “La América”, “La Academia”, “La Ilustración Española y Americana”, y estando ya en Málaga seguía escribiendo en los diarios madrileños “El Liberal”, “El Heraldo”, “El Globo” y el mismo “Imparcial”. 

Con Reyes se había mostrado siempre generoso y desinteresado, poniéndolo en relación con la prensa madrileña, donde tantas amistades tenía. Su benevolencia para con sus colegas de la pluma era proverbial: 

“De todos los que hoy cultivan la literatura en Málaga - escribe Arturo en un artículo sin firma aparecido en “El Cronista” el 27.III.97 – serán muy pocos, si es que existe alguno, los que no le deban algo.”

Era Moja, sin embargo, hombre de carácter adusto, rígido, incapaz de aceptar un convencionalismo o de fingir una alabanza hipócrita por afán de medro, pero entrañable y cordial en la intimidad y siempre leal con sus amigos, como pudo comprobar personalmente Reyes en la admiración que, sin asomo de envidia, le profesó invariablemente Federico. 

El fallecimiento de éste, pobre, postergado e incomprendido, fue un rudo golpe para el poeta, y más cuando se enteró de ciertos procedimientos, todo lo bienintencionados que se quiera, pero irrespetuosos y coactivos, que se habían empleado con su amigo para reducirlo de su ideología irreligiosa y “ayudarlo a bien morir”. 

De lo que realmente sucedió, puede darnos una idea la carta que envió al poeta el mismo D. Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo, gobernador civil de Málaga, y amigo recién estrenado del autor de “Cartucherita”: 

“[Málaga], 27, marzo, 97. A Eduardo León ó Arturo Reyes…: Supongo que después de la confesión con el P. Lapuente del pobre Moja (q. e. p. d.) no habrá ni propósito de mescolanza en el entierro de elementos masónicos o anti– religiosos. Sería conveniente que previeran V. V. el caso para no dar lugar al espectáculo de que nos tuviésemos que retirar muchos de los que pensamos asistir.” (ART) 

Callejón Navas nos ha conservado por su parte, otras noticias sobre los enojosos acontecimientos y sobre la reacción de Arturo ante ellos: “Antes de mi salida de “El Cronista” – escribe, tuve el honor de acompañar a Arturo Reyes cuando falleció el gran Moja y Bolívar al humilde corralón del Palo, donde exhaló el último suspiro el gran literato. No se mostró muy conforme con ciertos procedimientos que, para preparar a bien morir a D. Federico, parece que llegó a advertir. Noté entonce que Arturo era algo más que un escritor notable. Sus palabras, sus gestos, sus ojos, me dijeron que no transigía con ciertos convencionalismos; que su alma bondadosa compartía las desgracias de los desheredados; que en él había nobles rebeldías ocultas.” (Op. Cit., pág. 184).

Un año antes, cuando Federico estaba ya muy enfermo, su amigo con clarividencia de intuitivo, le había dedicado su poema “En el dintel”, que es toda una premonición de lo que estaba a punto de suceder y un consuelo, de cara a Dios, contra la injusticia de su postergación terrena. En él, a la manera de Núñez de Arce, se cuenta la muerte de un rico, cuyo cuerpo recibe en la tierra el homenaje de un funeral de potentado”, con aparatosos doblar de campanas –Epulón/ Lázaro-; pero la sorpresa de su alma orgullosa no tiene límites al ver que no hay un criado que le abra las puertas del cielo, mientras Arturo apostilla con amargura:

“Por mucho que alce su vuelo,
no es fácil que llegue al cielo
la voz de los santuarios:
desde zonas tan lejanas,
¡ni se escuchan las campanas!,
¡ni se ven los campanarios!”. (D S, 202) 

Continuará ... 

BIBLIOGRAFÍA: 

“Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- "Desde el surco”. Poesías. (DS) Carta – Prólogo de D. Gaspar Núñez de Arce. Madrid. Librería Fernando Fé. 1896.
- Archivo familiar Reyes (ART).

ENLACE FEDERICO MOJA Y BOLIVAR: