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Archivo Arturo y Adolfo Reyes Escritores de Málaga por Mª José Reyes Sánchez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

domingo, 26 de mayo de 2013

EL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES. NOVELA: "LA GOLETERA" (1901).


El año 1901 fue un año que Arturo Reyes nunca olvidaría porque a pesar de la gran fatalidad que supone la pérdida de un hijo, también obtuvo como escritor el reconocimiento que tanto deseaba con la publicación de su tercera novela, “La Goletera”.


Nota: Rincón del Parque de Málaga, la Biblioteca de Mujeres. Detalle: Novela "La Goletera" (Arturo Reyes).

Como siempre nos informa de todo ello nuestro querido catedrático D. Cristóbal Cuevas, que tanta importancia tiene en la biografía de Arturo Reyes, ya que si no hubiera sido por el enorme esfuerzo que realizó para darle una línea argumental a la vida y obra del escritor malagueño, actualmente no podríamos conocer a uno de nuestros paisanos ilustres.

Mi dedicatoria va para él y para todos aquellos jóvenes investigadores españoles que están sufriendo los recortes de esta temida crisis en su trabajo, y que se tienen que “exiliar involuntariamente” para poder llevar a cabo sus proyectos ya que nuestro país no les ofrece todos aquellos incentivos que ellos necesitan para seguir con sus sueños e ilusiones.

Sigue así

“No obstante lo dicho en el capítulo anterior, el año 1901 había empezado para Arturo bajo los mejores auspicios. A principios de enero había recibido una carta de Galdós en la que éste le invitaba al estreno de Electra, que había de tener lugar el 29 de ese mismo mes en el Teatro Español. Ignoramos si el escritor malagueño pudo acudir a la cita, aunque nos parece improbable que no aprovechara la ocasión para aplaudir a su maestro y darse, de paso, una vuelta por Madrid.

Además, la Biblioteca Mignon le publicaba este mismo año, en su número 18, una colección de cinco relatos breves bajo el título común de Cuentos andaluces, por lo que es de creer que Arturo, como de costumbre, viajara a la Corte para supervisar personalmente la confección de su libro; del éxito alcanzado más tarde por esta obra da idea la carta que le escribe Josy Priems desde Lugano, el 10 de julio del año siguiente, pidiéndole “condiciones y autorización” para traducirla al alemán , “y publicarla por entregas en una de las mejores revistas suizas.” (Original en ART).

Otra buena noticia había de alegrarle pocos meses después: A finales de junio, el Ayuntamiento, en un nuevo reajuste de salarios, le subía otra vez el sueldo en quinientas pesetas anuales. “El Excmo. Ayuntamiento – rezaba el Oficio de notificación-, en sesión celebrada el día 21 del mes actual, ha acordado aprobar el aumento a tres mil pesetas del sueldo que V. disfruta como Oficial de la Intervención de la Contaduría de Fondos Municipales. Lo digo a V. para su conocimiento y satisfacción.”

Pero el hecho que más habría de alegrarle este año sería la publicación de su tercera novela extensa, La Goletera, que si no era la mejor de entre las suyas en cuanto a  calidad literaria, sí representaba la “cima de su renombre de novelista.”

Este acontecimiento habría de llenar de hondas satisfacciones su vida por espacio de seis meses. La obra debió de publicarse a principios de marzo para lo cual, como nos consta documentalmente, Arturo se desplazó a Madrid con objeto de presentarla a la prensa y a sus amigos de la capital, quienes al igual que en ocasiones anteriores, organizaron en su honor un almuerzo-homenaje que, en esta oportunidad, revistió caracteres de especial brillantez.”

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes (ART).
- “La Goletera”. Madrid, R. Velasco, 1901.



domingo, 12 de mayo de 2013

EL FALLECIMIENTO DE LA MADRE DE ARTURO REYES: Dª JOSEFA AGUILAR RIVERO (BARCELONA 1901)


La historia familiar de Arturo Reyes está salpicada de acontecimientos a veces difíciles de asumir. El año 1899 fue un año muy duro en la vida del autor por la tristeza que le produjo el fallecimiento de su hijo primogénito Arturito, con catorce años, y que dejó una hondo pesar en el escritor malagueño.

No vivió del mismo modo el fallecimiento de su madre en 1901, la cual se marchó a Barcelona, cuando Arturo apenas contaba dos o tres años de edad. No tenemos constancia escrita de que él se enterara del deceso de su progenitora avisado por otros familiares que vivían en la ciudad condal, o quizás se lo comunicaran posteriormente. Lo que si sabemos es que Dª Josefa Aguilar Rivero, mi tatarabuela, falleció en Barcelona, en Marzo de 1901, y que sus restos descansan en un panteón familiar en el histórico cementerio de Montjuic, campo santo que ocupa un lugar privilegiado y que destaca e impresiona en la lejanía, por su extensión y ubicación.


Nota: Panorámica del cementerio de Montjuic (Barcelona).

 Sigue D. Cristóbal Cuevas, contándonos la vida del escritor malagueño en su libro...

“Un nuevo luto caería sobre su alma el cinco de marzo de 1901. Ese día muere en Barcelona su madre. Ni una palabra, ni un recuerdo existe en toda la obra de Reyes – pública o privada- acerca de la muerte de la que le dio el ser. No cabe duda de que se hubo de enterar del fallecimiento de Dª Josefa, y de que esta muerte habría de traerle tristes recuerdos de su niñez abandonada, removiendo de nuevo en el fondo de su espíritu toda la hostil indiferencia y el resentido silencio que había respirado en la casa de su padre contra la mujer que los había abandonado cuando más la necesitaban. Toda una lección de desengaño y de desilusionada melancolía bañó su espíritu después de estas dos muertes tan diferentes y tan semejantes. No pasará mucho tiempo sin que estas negras semillas fructifiquen.”

Continuará…

Hoy quiero dedicar esta publicación a Pedro Aguiló Reyes, sobrino-nieto del autor malagueño, ya que gracias a él hemos podido conocer en cierta medida un poco de la historia de nuestros antepasados en Barcelona, intentando con sus estudios e investigaciones, dar una línea argumental, a la vida de esta familia, con los apuntes que su abuelo, Adelardo Reyes, hermano mayor de Arturo, dejó como legado. ¡Fue un gran placer poder conocerte y vivir momentos tan emocionantes contigo en Barcelona! Nunca los olvidaremos…

Tampoco puedo olvidarme de felicitar hoy a mi hija María, la cual cumplió ayer dieciséis años, ya que ella es el sol que alumbra mis días, ella es la estrella que guía mi rumbo en las noches, con su cariño, con sus deseos, con sus pasiones, con su amor propio, con su gran responsabilidad. Espero que algún día en el futuro, ella sea la que mantenga viva la figura de sus antepasados y quizás, por qué no, pueda continuar la labor que yo emprendí en este blog. ¡Felicidades mi vida!.

 BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes (ART).
- Archivo Adelardo Reyes (Barcelona).

domingo, 5 de mayo de 2013

EL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES EN LA MÁLAGA DE FINALES DEL SIGLO XIX.


El apoyo y la influencia de algunos de sus buenos amigos, que intermediaron, para que Arturo ascendiera en su puesto de trabajo, tuvieron su fruto, ascendiendo de posición dentro del servicio de Contaduría del Ayuntamiento de Málaga, lo que haría gozar a nuestro escritor de una mejor situación económica tan necesaria para poder dedicarse a la literatura. Pero la dicha no iba a durar mucho y la vida de Arturo sufriría un vuelco trágico del que nunca se recuperaría.

Y así lo deja plasmado el catedrático D. Cristóbal Cuevas en su libro sobre el autor malagueño...

“Tan amarga situación se vio aliviada, no obstante, aunque no en la cuantía que hubiera necesitado, el 1 de julio de 1899, por una mediana subida del sueldo, que percibía en el Ayuntamiento.

Con fecha de 30 de junio, se le comunicaba por Oficio que, habiéndose suprimido en el presupuesto municipal la plaza que venía desempeñando, quedaba cesante en la misma, por lo que se destinaba al cargo de Oficial 2º Interino de la Contaduría de Fondos, con el haber anual de dos mil quinientas pesetas. Es decir, salía ganando en el cambio quinientas pesetas al año, acreditándose mensualmente doscientas ocho pesetas con treinta y tres céntimos, de las que, deducidas veinticinco con veinte, percibía un líquido de ciento ochenta y tres  con trece pesetas al mes.

Arturo, sin embargo, no pudo sentir la alegría que normalmente le habría producido esta inopinada mejora, ya que, pocos días después de conocerla, una terrible desgracia se abatía sobre su familia.

Con catorce años recién cumplidos, se le moría por estas fechas su hijo más querido, el primogénito Arturito, en quien tantas ilusiones tenía cifradas. Su amargura estalla en un desgarrador poema, en el que los últimos versos nos producen un estremecimiento involuntario, como si el poeta hubiera adivinado lo que el destino le preparaba. Su título es un quejido en carne viva: “¡Hijo mío”:

“Yo pensaba que Dios colmado había
la copa del dolor, que era bastante
lo ya sufrido y que tu brazo amante
apoyo en mi vejez me prestaría.

Yo pensaba, mirándote, que un día,
cuando llegara mi postrer instante,
como último tributo mi semblante
de tu llanto el raudal inundaría.

Que en la ruda batalla en la que prosigo
ya sin ti, no a romper iba la suerte
de modo tan cruel tan hondos lazos.

Mas ya tan sólo mi dolor mitigo
pensando que al morir volveré a verte
y a sentirte otra vez entre mis brazos.”

Actualmente – caprichos de la fortuna-, Arturo comparte su sepulcro y su ataúd con el cuerpo de su primogénito."

Continuará…

Esta poesía la quiero dedicar a nuestras madres, modelos de perfección, por su trabajo abnegado, por sus sacrificios, por su cariño sin límites, por sus consejos sabios, por todo...



BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974. 
- Archivo familiar Reyes (ART).