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Archivo Arturo y Adolfo Reyes Escritores de Málaga por Mª José Reyes Sánchez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

domingo, 15 de febrero de 2015

HOMENAJE FAMILIAR A NUESTRO TIO ITALIANO MARIO TAMBONE. POESÍA: ¡DESDE LA BORDA!.


Hoy queremos dedicar este espacio a un familiar que hace pocos días nos dejó para cumplir su mayor deseo “Descansar en paz junto a su mujer”. Os hablo de mi tío Mario Tambone, un marinero italiano que visitaba frecuentemente Málaga en las escalas que hacía el barco mercante en el que trabajaba y que quiso el destino que conociese a una nieta de Arturo – Mª Victoria Reyes Téllez.


Nota: Detalle del despacho de mi tío Mario en su casa de Palermo.

Mi tía Mariví era una mujer muy malagueña, dotada con muchas cualidades. Era buena, cariñosa, simpática, culta, apasionada, dicharachera, muy amiga de sus amig@s, y con ese gracejo andaluz que tanto nos caracteriza.

Ella fue capaz de proyectar el amor que sentía por Andalucía a su esposo italiano, quién siempre tenía palabras hermosas y cariñosas para nuestra tierra, sintiéndose parte de ella.

Siempre que podían jugaban al parchís, escuchaban canciones españolas, veían videos de Semana Santa, para sentirse más cerca de “la tierra prometida”.

Me impresionaba al hablar con ella por teléfono, que cuando me saludaba, a pesar de llevar casi sesenta años fuera, todavía mantenía nuestro acento y te decía: “Hola mi arma”. De mi tío me emocionaba el amor que sentía por la familia Reyes y todos los recuerdos hermosos que mantenía hacia nuestra ciudad y sus gentes.

Fue una bonita y duradera historia de amor, en la que sus protagonistas llegaron a ser muy felices, y nosotr@s sus familiares pudimos disfrutar de ello.

Hoy queremos publicar una poesía de mi bisabuelo en honor de nuestro querido tío, el comandante italiano Mario Tambone, un apasionado de nuestra tierra. Esperamos que a vosotr@s también os emocione. Se titula:

¡DESDE LA BORDA!

El mar de zafir parece,
de zafir parece el cielo,
parece la mar dormida,
y dormir parece el viento
cuando, dócil al mandato
del hombre, gira batiendo
con la hélice las ondas
el vapor; los marineros,
cual renegridos atletas,
tan activos como diestros,
acá y acullá se agitan;
resuena como un lamento
el silbar de la sirena;
el timonel en su puesto
rige el buque cual jinete
rige su corcel; de negro
humo la alta chimenea
se empenacha, y los viajeros,
sobre la borda inclinados,
posan tristes en el puerto
que abandonan, la mirada;
y Curro, distante de ellos,
apoyándose en la borda,
mirando cómo a lo lejos
el sol estival enciende
con sus fúlgidos destellos
las cúspides de los montes,
murmura con ronco acento:
- Adiós partío de Humáina,
adiós, barranco de Nebro,
adiós, virgen de la Ermita,
adiós rincón aónde dejo
entre tus verdes jarales
mi alma y mi pensamiento;
adiós, mi cubril florío,
adiós, mi hogar y mi huerto,
ya no veré tus parrales,
ni la flor de tus almendros,
ni el racimal de tus viñas,
ni el fruto de tus cerezos;
adiós, mis cuatro paeres,
y adiós, mujer, la que un tiempo
de las niñas de los ojos
de mi cara fue el espejo
aónde verse era su gusto
y era verse su recreo;
adiós, mi choza del monte
y adiós, probe cementerio
aónde Dios quiera que un día
venga á descansar mi cuerpo;
aónde ya jechitos polvo
descansan toitos aquellos
a los que yo tanto quise
y que tanto me quisieron:
Adiós,  que mi mala suerte
me rempuja mar aentro,
¡adiós, partío de Humáina!
Adiós, barranco de Nebro.

Y por ocultar sus lágrimas,
Curro el ala del sombrero
se inclina sobre los ojos,
y desesperado y trémulo,
sobre la borda inclinado,
sigue llorando en silencio.

Arturo Reyes

BIBLIOGRAFÍA:

- La Unión Democrática : diario político literario y de intereses materiales. Órgano Oficial del Partido Republicano Progresista de la Provincia (Alicante): Año XXXVI Número 11271 - 1914 octubre 4. Pag 3: “Recreos literarios: Poesía: “Desde la borda”, por Arturo Reyes.

domingo, 1 de febrero de 2015

EL ESCRITOR COSTUMBRISTA MALAGUEÑO ARTURO REYES (1900-1910). VOCACIÓN LITERARIA Y CULTURAL. LA ALCAZABA.



Retomamos la biografía de mi bisabuelo Arturo, omitiendo una parte de su vida de la que me es muy difícil escribir. Me cuesta informar sobre la crisis existencial que él vivió, y estas circunstancias me han mantenido durante algún tiempo algo desorientada, sin saber el rumbo fijo hacia donde quería llevar esta pequeña nave. Muchos días sin escribir en el blog que me han martilleado en la mente.

No quería enfrentarme a esta etapa, y para seguir adelante me he saltado algunas páginas del libro que estoy transcribiendo para poder contaros su vida. Tengo que aparcar el bloqueo y comenzar de nuevo mi labor pues son muchas las cosas que quiero compartir con vosotr@s, mis amig@s.

Y como siempre es el catedrático D. Cristóbal Cuevas quién sigue su investigación sobre mi bisabuelo y el humanismo andaluz:

“Muy dura debió ser la crisis que acabamos de relatar y muchas las angustias que ocasionó al poeta. Sin embargo, aun en los momentos más difíciles, su incontrastable vocación literaria le impide descuidar las tareas periodísticas, e incluso le fuerza, aunque con menos intensidad que antes - sólo a partir de 1908 volverá en este aspecto a ser quién era -, a la creación artística.


 Nota: "La buenaventura", obra del pintor Enrique Simonet (1866-1927), que fue amigo de Arturo y colaboró ilustrando alguna de las obras del escritor malagueño.

En estos años prefiere, para olvidar sus problemas, entregarse al vértigo de las actividades externas.

Acepta el nombramiento de vocal de la Asociación de la Prensa de Málaga. Prepara desmayadamente otra novela - en la que nos consta estaba trabajando en el mes de julio-, a la que piensa titular Los jabegotes, y que ignoramos por qué motivos no llegó a salir a la luz, al menos con el título proyectado. Se compromete con la casa editorial López del Arco a publicar un volumen de cuentos, mientras Enrique Simonet le ilustra una nueva colección de relatos breves. Ya por entonces había comunicado a sus amigos su propósito de hacer un viaje a la serranía de Ronda, viaje que no llevó a cabo hasta la primavera de 1910, y que habría de darle materia para su luminosa novela Cielo azul.

Pero será otra la actividad que, en los años que van de 1904 a 1907, absorba las mejores energías del poeta. Nos referimos a sus trabajos arqueológicos, ciencia por la que siempre había sentido una gran afición, dado su carácter soñador y fantástico.


Nota: La Alcazaba de Málaga. Fotografía realizada por Pedro Aguiló Reyes, sobrino-nieto de Arturo.

Como dijo insuperablemente su hijo Adolfo, Arturo sentía una viva curiosidad y un romántico amor “Por las cosas viejas arrancadas al polvo de los siglos, este amor peculiar a los ingenios andaluces; amor por los restos esparcidos, desolados, de otras épocas que evocaban; por las monedas herrumbrosas; por las pinturas patinadas; por la alfarería árabe, deslumbrante de color; por las piedras con inscripciones latinas, de recto trazo.”

Contra lo que muchos han creído, esta afición arranca de tiempos muy anteriores a la demolición de la Haza Baja de la Alcazaba. Como atestigua su amigo Antonio de Nicolás, Reyes formulaba con frecuencia el deseo de visitar Roma, Pompeya, Atenas y Egipto. “Fue –añade- un enamorado de la antigüedad, sobre todo de la clásica, que hubo de contentarse con las lecturas de Guías y Catálogos, las reproducciones del Casón del Retiro y las colecciones del Museo Arqueológico, a los que iba con frecuencia durante las temporadas que pasó en Madrid. ¿Cómo adquirió tan intensa afición quién llegó a la mayor edad corriendo quesos de Manzanares y chorizos de Candelario?. Los escritos del sabio Rodríguez de Berlanga, el Museo Loringiano y la fama de Málaga en la edad antigua, quizás fueron los principios del consabido enamoramiento.”

Continuará…


BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes (ART).