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Archivo Arturo y Adolfo Reyes Escritores de Málaga por Mª José Reyes Sánchez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

lunes, 26 de marzo de 2012

EL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES. LA LUCHA POR LA GLORIA (VII)

Arturo Reyes, desde su ciudad natal, Málaga, fue capaz a través de lo que hoy podríamos llamar “redes sociales” de su época, es decir la correspondencia, trabar amistad con un sinfín de personajes célebres de su tiempo, para de este modo darse a conocer y poder contar con el apoyo necesario cuando así lo necesitara.


Nota: Benito Pérez Galdós, amigo de Arturo Reyes pintado por Joaquin Sorolla.

Su “motus operandis” era enviarles los libros que publicaba para que le hicieran una crítica objetiva y así poder reconducir su obra. Su forma de escribir les cautivó, pues es bien cierto, que Arturo nunca pasó desapercibido entre los más grandes de su época que lo apoyaron siempre que el escritor malagueño estuvo apurado o bajo de ánimos. En el archivo familiar se guardan numerosísimas cartas que dan fe de ello, y que algún día serán publicadas en este blog.

Y de ello, sigue dando buena cuenta nuestro catedrático D. Cristóbal Cuevas García, al que por cierto, desde aquí quiero hoy saludar.

Sigue así:

“El joven y prometedor escritor comprendió muy pronto que, para triunfar en el ámbito literario, se hacía de todo punto imprescindible entablar relaciones de amistad con los pontífices de las letras españolas de su tiempo.


 Nota: Fotografía de Jacinto Benavente, amigo de Arturo Reyes.

Obrando en consecuencia, hubo de trazarse un plan meticuloso que le permitiera relacionarse debidamente con cuántos podían ayudarlo en su empeño. Su innegable provincianismo, busca ahora una ventana que le abra a los horizontes de la universalidad más allá de los confines de su patria chica.

Arturo se afana incesantemente por lograr  la amistad de escritores y periodistas con quienes intercambiar sus ideas, en un angustioso intento de promocionar su obra y su fama, y de recibir de los maestros la crítica competente y objetiva que le ayudara a orientar su obra en la dirección más conveniente. La simple enumeración de los corresponsales que figuran en su espléndido epistolario demuestra el cuidado que puso en la selección y cultivo de tales amistades.

Incluso se nos conserva, en el Archivo Reyes Téllez, una curiosísima lista parcial, por orden alfabético, de nombres y direcciones, en que aparecen figuras como Boris de Tamemberg, Belmonte Muller, Francisco Bergamín, Jacinto Benavente, Carmen de Burgos, J. Bethencourt, Julio Burell, V. Blasco Ibáñez, Pío Baroja, Manuel Bueno.., hasta un total de veinticuatro corresponsales efectivos, o al menos opcionales, de ese gran sediento de la gloria literaria que fue Reyes.

Continuará…


BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes.

martes, 20 de marzo de 2012

POESÍA DEL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES DEDICADO A LA "PRIMAVERA".


Es LA PRIMAVERA, una época fascinante para el mundo de los sentidos en la que animales y plantas comienzan a recobrar vida tras el duro invierno. 


Nota: Vista desde la Axarquía malagueña.

Los días se alargan, el sol nos acaricia, y en esta bendita tierra en la que vivo, Málaga, comienzan a vislumbrarse esas deliciosas estampas marineras con la mar en calma, “como un plato”, como aquí decimos, con esa paleta de colores azules de las más distintas gamas, salpicadas por barquitos que parecen hormiguitas vistos desde la orilla de la playa. 

Ya huele a Semana Santa, los hombres de trono se preparan, los nazaren@s  se engalanan y el azahar, el romero y el incienso se preparan para deleitarnos con sus fragancias …

Hoy quiero compartir con vosotr@s una poesía que mi bisabuelo Arturo dedicó a la Primavera, y que fue publicada en su libro: “Desde el surco”, en Madrid en el año 1896.

PRIMAVERA   

    Ya del Norte brumoso por los confines,
el Invierno su triste capuz repliega
y en su carro de flores torna triunfante,
empapada de perfumes, la Primavera;
a su beso fecundo todo palpita
todo fulge radiante, todo se alegra,
y hasta el cielo se viste con deslumbrante,
de zafir y de fuego, túnica regia.

    Y al par que los celajes se tornasolan,
y las flores derraman su pura esencia,
del cansado cerebro por los rincones,
luminosa y potente, surje la idea;
un hálito divino de ondas vitales,
su raudal misterioso vierte en las venas;
y anegarse en ensueños la fantasía
y en amor el espíritu, mira el poeta.

    Algo siente en su seno gestar el alma,
la inspiración enciende nervios y arterias,
todo lo que sentimos nos adormece,
todo lo que miramos nos embelesa,
todo lo que soñamos nos acaricia,
y brota en nuestros cantos hecho cadencias,
auroras y crepúsculos, risas y llantos,
realidades y sueños, cielos y tierras.

    Columpiado en la hamaca de mis delirios,
mi ser eternamente dormir quisiera,
distanciado de un mundo que no comprendo,
y el que nunca consigo que me comprenda,
o acabar para siempre la eterna lucha,
en que, autómata imbécil, lucho a la fuerza,
ya sin cota ni casco que me resguarden
y sin armas ni aliento que me defiendan.

                                     Arturo Reyes 
                                     (Desde el Surco, 1896)

BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- “Desde el surco”. Carta – Prólogo de D. Gaspar Núñez de Arce. Librería de Fernando Fé. 1896. Madrid.
- Archivo familiar Reyes.

sábado, 17 de marzo de 2012

EL ESCRITOR MALAGUEÑOS ARTURO REYES. LA LUCHA POR LA GLORIA (VI)


Tal como nos contaba D. Cristóbal Cuevas, quizás Arturo, sin quererlo ni beberlo, se encontró relacionado con la masonería y probablemente nuestro escritor, para dar un poco que hablar entre sus paisanos malagueños, no respondió públicamente a las insinuaciones que su amigo, el periodista Salas, publicó sobre él en cierto diario local.


Nota: La estructura de la masonería.

Sigue así:

“¿Qué había de verdad en las insinuaciones de Salas? Desde luego, Arturo en esta época hombre de ideas muy avanzadas, que duda de todo y no se recata de manifestarlo, ajeno a las prácticas religiosas y, en ocasiones, anticlerical y antieclesiástico.

Es seguro que se le acusó de librepensador y ateo, aunque a nuestro parecer, si se atiende tan sólo a las ideas que manifiesta en sus obras de esta época, y sobre todo en el poema “Divagaciones”, dedicado “A una devota mística”, y que parece respuesta a uno de estos ataques, su postura habría que calificarla más bien de escéptica, ya que, sin negar ni afirmar el dogma religioso, se declara impotente para juzgar la veracidad:

                    “¿Qué si es verdad que no creo
                     en nada absolutamente?
                     Pues bien, no soy un creyente,
                     pero tampoco un ateo.
                     Es buscar, por lo que veo,
                     la verdad un desatino,
                     y por eso en mi camino
                     ya sólo en hallar me afano
                     lo que, a la vez que es humano,
                     puede, cual tú, ser divino.”

Acaso la masonería, apoyándose en sus expresiones siempre libres y en su manifiesto apartamiento del catolicismo en este periodo de su vida, quiso atraérselo orquestándole un coro de alabanzas indiscriminadas. Quizá, con fundamentos cuyo alcance desconocemos, lo consideraba ya uno de los suyos. Desde luego, las palabras de Salas nos suenan a advertencia velada, dirigida a un amigo para apartarle del peligro.

Sea de ello lo que fuere, es lo cierto que Arturo no contestó públicamente a este artículo, y que dejó que se desarrollara una enconada polémica entre los representantes de las diversas tendencias de la prensa malagueña, sin tomar abiertamente partido por ninguna de ellas.”

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes.

domingo, 11 de marzo de 2012

EL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES. LA LUCHA POR LA GLORIA (V)


Seguimos relatando los aconteceres de la vida de nuestro poeta malagueño Arturo Reyes de la mano de D. Cristóbal Cuevas.

Hoy nos explica el catedrático como nuestro protagonista, se ve relacionado con la masonería, institución filantrópica, simbólica y filosófica, cuyo objetivo era buscar la verdad a través de la razón y fomentar el desarrollo intelectual y moral del ser humano, además del progreso social. Organizados en “logias”, la Iglesia católica condenaba sistemáticamente a la masonería al ser incompatibles sus principios con la doctrina y fe católica.




De ahí el revuelo que se formó cuando Arturo, tras la publicación de su obra: “Estaba escrito”, recibe una crítica excelente por parte de un periodista y gran admirador suyo, que se pregunta por qué el escritor ha recibido tantos aplausos de la masonería, dejando una puerta abierta a las murmuraciones:

Sigue así:

“Todo hubiera quedado así, si el periodista Salvador Salas Garrido, amigo y admirador de Arturo, no hubiera señalado una circunstancia que le había intrigado sobremanera: el aplauso unánime de la masonería, que ensalzaba la obra sin distingos, olvidando incluso los defectos más evidentes, como si su autor perteneciera al gremio de la misteriosa sociedad que parecía esgrimirlo como bandera de guerra.

Contra este incondicional aplauso tronaba Salas:

“Tres críticas he leído ya (de “¡Estaba escrito!”) y por cierto que, hecha excepción de la debida al señor Portal y publicada en el “Diario Mercantil”, son extremadamente impertinentes y aún pudiéramos añadir sobremanera sucias.
Me refiero a las publicadas por el h. Petrarca y por Terral el de “Las Noticias”, en quien creo descubrir al h. Erasmo. No faltaba otra cosa sino que siguiera el ejemplo el h. Pitágoras, flamante reformista pseudo – católico y director de El Avisador Malagueño, aunque antiguo escribidor de un papelucho titulado El País de la Olla, para que todas las plumas masónicas despiertas o dormidas se ocupasen en V. y se viese precisado a no escribir más en su vida…
El pobre Petrarca, puesto en un aprieto, tuvo que recurrir a vulgares elogios. Terral, muy entendido sin duda en las cuestiones referentes a la estrella flamígera y el dios – cabrito, no sabe lo que es una crítica, ni un libro, como no sea un grotesco ritual masónico, ni ha oído hablar de estética: que de tal cosa no tratan los hh. en sus tenidas.”

¿Qué había de verdad en las insinuaciones de Salas?...".

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- “¡Estaba escrito!. Novelas cortas”. Madrid, Fernando Fé. 1890.
- Archivo familiar Reyes.

domingo, 4 de marzo de 2012

EL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES. LA LUCHA POR LA GLORIA (IV)


La biografía de Arturo continúa reflejándonos sus comienzos como autor literario, y seguimos apoyándonos en el libro que sobre el escritor malagueño realizó D. Cristóbal Cuevas para contar su vida. Sigue así:

“Tras la afortunada experiencia de su primera obra “Conchita la Burrera”, y simultaneándolos con sus trabajos periodísticos y poéticos, Arturo había continuado escribiendo pequeños cuadros narrativos, que publicaba sueltos en periódicos y revistas, y que sus amigos aplaudían calurosamente.


Nota: Burro malagueño (Gaucín).

“Un día – escribe- me permití englobar en un tomo dos cuentos andaluces hechos a vuela pluma, con otra novela de índole distinta en la cual había puesto mis cinco sentidos y echado toda mi calor natural, creyéndome casi iba  a destronar con ella al autor del Quijote para plantarme en la cúspide suprema de la española literatura.”

El librito se titulaba, con énfasis muy juvenil y romántico, “¡Estaba escrito!”, y vió la luz pública en Madrid en 1890. Manuel Martínez Barrionuevo aplaudió al autor más por lo que prometía que por lo que de valor absoluto había en estas páginas, primerizas, y, al igual que la mayoría de los críticos, prefirió los dos cuentos andaluces a la novelita epistolar que, figurando en primer lugar, daba título al libro.”

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes.
- Fotografía: Burro de Málaga (Gaucín). Fotógrafos: Geoff y Jane Foster.