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Archivo Arturo y Adolfo Reyes Escritores de Málaga por Mª José Reyes Sánchez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

domingo, 24 de mayo de 2015

HOMENAJE DEL ESCRITOR ARTURO REYES A LA BLOGUERA MALAGUEÑA TOÑÍ SÁNCHEZ.


Hoy quiero dedicar esta publicación a Toñi, una  gran cocinera y bloguera malagueña, cuyas recetas, experiencias y sentimientos, me sorprenden y emocionan día a día, semana a semana, y año tras año.

Ella es una gran admiradora de nuestras raíces, de nuestra historia, de nuestras recetas de antaño, que está haciendo una gran labor divulgativa de la cultura malagueña, esforzado trabajo que espero algún día se vea recompensado como se merece.

La conocí cuando entré por primera vez en su blog, y tras leer una de sus magníficas entradas, no pude evitar la tentación de mostrarle mis respetos así como de invitarla a visitar este blog también de origen malagueño.

Desde los primeros momentos, Toñi fue un gran apoyo para mí, pues siempre que escribía me dejaba un comentario de admiración y emoción hacia la figura de mi bisabuelo. Con el tiempo nos hemos hecho muy amigas, y sé que se ha convertido en una gran seguidora de “D. Arturo”, como ella llama a mi bisabuelo, y a mí tanta gracia me hace.

Conociendo la biografía del escritor malagueño, ella se ha dado cuenta de que existen muchos puntos comunes entre ambos: su amor por Málaga, su pasión por la sabiduría y el conocimiento, y su forma de expresarla a través de la literatura. Ha realizado varias entradas en su blog dedicadas a mi bisabuelo, que le agradezco enormemente.

Cuando escribo esta parte de la vida de mi antepasado me siento triste porque me hubiera gustado que su vida hubiera sido más fácil de lo que fue. Se vió sorprendido por una enfermedad que habría de acompañarlo durante la última década de su vida, hasta que la maldita y temida espada de Damocles lo hirió de muerte cuando rondaba los cuarenta y nueve años. Sufría un problema de estómago que le imposibilitaba casi probar bocado.

Pues bien, si Arturo hubiera tenido a mi amiga Toñi de vecina, probablemente le hubiera hecho la agonía más placentera. Ella le habría llevado sus calditos, sus potajitos, en definitiva, se hubiera preocupado porque el escritor estuviera bien alimentado, con esa mezcla de sabores, que hubieran mejorado su salud y su espíritu. Y él le hubiera escrito poesías llenas de luz, color, sabor, olor, en la que el autor habría condensado todas las virtudes de esta gran mujer malagueña.


Nota: Fotografía de la sopa de picadillo tomada del blog culinario malagueño "Mi cocina". Autora: Toñi Sánchez.

A ti Toñi te quiero dedicar esta entrada porque nunca lo había hecho antes, a pesar de que tanto te lo mereces. Pero hoy ha sido el momento ideal. Quiero que sepas que sin ti, este blog no hubiera estado bien alimentado, porque tu lo consideras una buena labor, y yo te lo agradezco, porque eres mi mejor crítica, y porque siempre está ahí con tu sencillez, honestidad, optimismo, entrega, sencillez y simpatía.

Hoy como siempre será nuestro catedrático D. Cristóbal Cuevas, al que también honramos por su trabajo, quién nos seguirá relatando sus investigaciones sobre el escritor malagueño…

"A partir de la conmoción espiritual que hemos relatado en el capítulo precedente, comienza en la biografía de Arturo una época de progresiva decadencia física, en la que, a través de un calendario borroso, su salud va deteriorándose cada día más, reduciendo sus impulsos vitales y sumergiéndole progresivamente en un pozo de dolores. “Estos años – dice con sobrecogedora sencillez su hijo Adolfo – fueron para él como una agonía.”

Ignoramos con exactitud la fecha en que contrajo la terrible enfermedad que habría de llevarlo a la tumba. Sin embargo, creemos que los primeros síntomas debieron de aparecer hacia 1904, quizás antes de su definitiva crisis religiosa. 

“Mi salud – escribirá en 1912- hace muchos años que tomó la fusta.” Ello explicaría la oscura melancolía de esta conversión, la falta de ese entusiasmo radiante típico de todo neófito, su aceptación de la existencia providente de Dios como final de un peregrinar sangrante – tabla de salvación en un naufragio de ideales-. 

Todo queda más claro supuesto el estado de animo de un hombre herido de muerte sin saberlo, aquejado de una fatal enfermedad cuyos primeros síntomas fueron precisamente la perdida de ilusiones, la difusa tristeza y la repugnancia invencible ante la lucha por la vida.

Al parecer, todo empezó por una serie de molestias de estómago e intestinos, con acompañamiento de vómitos y de pérdida de apetito, que le obligaban a no tomar, durante largas temporadas, sino unos sorbos de café con leche, o algún líquido ligero y fácil de digerir. Estas molestias fueron convirtiéndose progresivamente en dolores, a veces muy intensos, que iban debilitando sus fuerzas y agriando su carácter. 

Los médicos diagnosticaron en un principio “atonía del estómago y del intestino”. Según cuenta su hijo Adolfo la enfermedad “le permitía una alimentación apenas suficiente para ir viviendo; a pesar de ello, tuvo que dedicarse a un excesivo trabajo intelectual, y la falta de economía trajo el desarreglo nervioso, la neurastenia, que entenebreció sus últimos años.” 

“Mi enfermedad – escribirá él mismo- hace que mi alimentación sea tan deficiente que a veces, como ahora, me tengo que quedar en cama días y días, sin fuerzas para vivir de modo activo."

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974. 
- Archivo familiar Reyes (ART). 

- ENLACE BLOG MI COCINA "Ante todo malagueña"Autora: Toñi Sánchez: http://micocinacarmenrosa.blogspot.com.es/

domingo, 17 de mayo de 2015

RELACIÓN DEL ESCRITOR MALAGUEÑO ARTURO REYES CON LA CONSERVACIÓN DE LA ALCAZABA DE MÁLAGA.


Hoy quiero contaros la importante labor que realizó mi bisabuelo Arturo en defensa de nuestro patrimonio arqueológico. El amor que sentía hacia la Arqueología hizo que pusiera todo su tesón en la conservación de los restos encontrados en la Alcazaba durante el desmonte de la Haza Baja (1904-1907), y como era de esperar, nuestro biografiado puso todo su empeño e interés para que  las antigüedades que se encontraron en nuestra ciudad y que nos pertenecían, no fueran trasladadas a Madrid. 


Nota: Fotografía de la Alcazaba de Málaga, realizada por Pedro Aguiló Reyes, sobrino-nieto de Arturo.

Como miembro de la Junta Provincial de Monumentos, y elegido como jefe de excavaciones, de la Alcazaba, preparó junto a sus colegas, un documento en el que argumentaban la necesidad de que estos importantes vestigios de épocas pasadas se quedaran en nuestra tierra. Creo que esta labor no queda recogida en los libros que sobre la Alcazaba se han escrito pero forman parte de nuestra historia, y yo quiero que quede constancia de ello, a través del estudio realizado por nuestro catedrático de referencia D. Cristóbal Cuevas en su libro sobre el escritor malagueño:

“Quizá la deuda mayor que tenga Málaga con su escritor en cuanto a la conservación del patrimonio artístico y monumental sea la decidida y razonada resistencia que éste opuso, en la sesión de la Junta de Monumentos del 28 de abril de 1907, a la propuesta de D. Rodrigo Amador de los Ríos, a la sazón Director del Museo Arqueológico Nacional, de trasladar a Madrid las antigüedades encontradas en las excavaciones de la Alcazaba, so pretexto de darles una mayor resonancia y universalidad.

La Junta, a propuesta de Arturo, que redactó personalmente la resolución final, adoptó los siguientes acuerdos:

”1.º- Que la proposición del Sr Amador de los Ríos sólo ha podido y debido estimarse como aceptable y conveniente bajo el exclusivo punto de vista de que, por la fuerza de las circunstancias, sea el traslado propuesto la única manera de bien conservar los objeto históricos de algún mérito aparecidos al demoler la Alcazaba.

2.º- Que, aunque así se haya oficiado al Excmo. Ayuntamiento para más excitarle a la adopción de medidas eficaces por parte del Cabildo y de su Presidencia, el traslado en cuestión deberá realizarse cuando se hayan agotado todos los medios, cuando se haya visto a todas las Corporaciones y entidades oficiales y particulares que puedan y deban evitarlo, y cuando no quede otro recurso para conservar dichas antigüedades que la de transportarlas al Museo Arqueológico Nacional, medida que aun adoptándose en último término resultará siempre bochornosa y vejatoria para el buen nombre de Málaga y para la cultura de los malagueños.

3.º- Que… la Subcomisión especial respectiva… practique ahora cuántas activas gestiones sean precisas para lograr que los restos en cuestión se reúnan y custodien debidamente no hallándose expuestos a desaparecer, y que la Corporación Municipal, con toda urgencia, proceda a realizar el proyecto del Sr. Moreno Carbonero, con arreglo al croquis remitido a esta Junta.

Y 4.º- Que si ninguna de estas gestiones produjeran efecto, entonces lamentándolo muchísimo, podría realizarse la proposición del Sr. Amador de los Ríos, pero quedarían a salvo las responsabilidades de la Comisión Provincial de Málaga y de sus individuos.

Si hoy podemos admirar unos restos arqueológicos significativos y decorosamente conservados en el Museo Arqueológico malagueño, si los muros de la Alcazaba no han sido irremediablemente aterrados, si la llama del interés por el pasado romano y árabe de Málaga no se extinguió en un momento en que hubiera sido especialmente peligrosa su desaparición, buena parte del mérito hay que atribuirla al trabajo continuo y desinteresado de Arturo.

Y esta deuda, hoy por hoy -triste es confesarlo-, bien pocos son los malagueños que la reconocen."

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA:

- “Arturo Reyes. Su vida y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García, Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural. C. S. I. C. 1974. 
- Archivo familiar Reyes (ART).