APOYO AL MOVIMIENTO 15-M EN LA JORNADA DE REFLEXIÓN ANTE LAS ELECCIONES.

El blog quiere estar hoy muy presente en esta jornada de reflexión en la que la Junta Electoral Central quiere acallar la boca de miles y miles de ciudadanos indignados, que quieren seguir opinando diariamente sobre el sistema político, la banca, los grandes empresarios, y todos aquellos asuntos que nos atañen tan profundamente y que tanto daño están haciendo a nuestro país.

No debemos quedarnos callados, ni impasibles. Es nuestra obligación como ciudadanos, la de protestar y alzarnos contra la injusticia social. Quieren dejarnos sin voz pero no lo conseguirán.

Ayer tuve el privilegio de poder asistir a la manifestación que se celebró en Málaga, organizado por la plataforma 15 – M. Me sentí muy emocionada al ver a tantas personas, cada una con sus propias señas de identidad, todas unidas luchando y reclamando nuestros derechos como ciudadanos ante esta sociedad tan injusta en la que nos ha tocado vivir, aunque los políticos quieran seguir hablando sobre “el estado del bienestar”…

Los jóvenes dieron una gran lección con su entusiasmo, y todos juntos (estudiantes, desempleados, funcionarios, asalariados, personas jubiladas, amas de casa, familias, etc.) formamos un gran equipo, imposible de parar y con las ideas muy claras. Se oyeron muchos lemas durante el recorrido de la manifestación y todos clamábamos al unísono en un solo sentir. Queríamos hacer oír nuestra voces y lo conseguimos.

Este nuevo movimiento ciudadano no puede parar, ya que es el germen de la nueva historia que entre todos escribiremos. Y el lema es ¡Basta ya! ¡Por una democracia real!.

Gracias a personas como Stephane Hessel y Jose Luis Sampedro, se ha creado este nuevo movimiento social cuyo lema es “Indignaos”, y del cual quisiera hablar mañana, por la importancia sociológica que tendrá en el futuro.

Hoy quiero publicar parte de una entrevista que Julián Sesmero (Diario Sur) realizó a mi padre, ante las elecciones municipales de 1970. 


José Carlos, hijo y nieto respectivamente de Adolfo y Arturo Reyes, dijo entre otras cosas lo siguiente:

“Frente al clima asfixiante de tanta tecnocracia y bienestar material, es necesario reivindicar las virtudes espirituales de nuestro pueblo; necesitamos hombres que no hayan perdido la capacidad de soñar y aún capaces de cargar con una mochila repleta de ilusiones para recorrer un camino sembrado de dificultades, incomprensiones e ingratitudes. 

Hombres que vengan a servir y no a servirse. Hombres incapaces de doblegarse ante la injusticia o ante el influyente. Hombres que ofrezcan al cargo el brillo de su personalidad, que no vengan a ser iluminados por aquel. Hombres nuevos que enfrenten los problemas con aires nuevos, no las luciérnagas que ya han lucido en todos los firmamentos desde hace 30 años. 

Hombres ecuánimes que no se consideren siempre en posesión de la verdad absoluta, únicos aptos para un diálogo constructivo. Hombres honestos para los que la tarea de dirigentes sea sólo una pesada carga al servicio de la colectividad y no una empresa personal. 

Hombres que tengan el tiempo que el servicio a la comunidad les va a exigir. Hombres leales, pero capaces de mantener sus convicciones hasta la renuncia si fuera necesaria. Hombres firmes en sus creencias, a los que el paso del tiempo no vuelva moldeables ni acomodaticios. 

Hombres del pueblo y para el pueblo, que mantengan el espíritu alerta, porque no se diferencian los mejores de los peores en sus medios de vida sino en su modo de usarlos”.

Lo que  acabamos de leer nos hace reflexionar sobre el modelo de persona que necesitamos en la vida política, figuras cargadas de virtudes humanas,  cuyos ideales se basen en la búsqueda del bien común, y no en  sus propios intereses y en los de su partido.

No olvidéis que mañana tenemos la obligación de acudir a votar si queremos intentar que las cosas cambien en nuestro país…

¡No nos callarán!

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA:

- Diario Sur (Málaga). 10/10/1970. “Elecciones Municipales 1970. Entrevista a D. José Carlos Reyes Téllez, doctor en Medicina: Hay que elegir hombres que vengan a servir y no a servirse”. Autor: Julián Sesmero.