Mi bisabuelo Arturo por esta época se encuentra sumergido en su primera gran crisis existencial y empieza a cansarse de la vida de la que tanto había disfrutado hasta
entonces y que le llevaba a visitar con cierta asiduidad los lugares más
ambientados y populares de nuestra ciudad.
Ahora comienza una nueva etapa en su biografía, con ciertas contradicciones pues como artista, su fama crece vertiginosamente en nuestro país pero como persona sencilla, necesita encontrar el equilibrio que tanto necesita y ahora lo consigue en sus escapadas al campo, cuando se encuentra en pleno contacto con la naturaleza, lejos del mundanal ruido, junto a la gente sencilla de la que tanto aprende un "hombre de ciudad". Es allí donde su espíritu se sosiega y la inspiración se agudiza.
Nota: “Baile en una
venta”, cuadro realizado por el pintor costumbrista sevillano Rafael Benjumea
(Museo Carmen Thyssen Málaga).
Y es D. Cristobal
Cuevas, quien como siempre, da fe de ello en su libro sobre el autor malagueño:
“Este ambiente, que
antes tanto le gustaba, repugna cada vez más a Arturo. Ahora, de tarde en
tarde, va de noche a los cafés de
cante o a los ventorrillos de la playa, pero casi siempre se contenta con
charlar, mirar cómo riela la luna en las cabrilleantes aguas, y oír la “pena
jonda” que sale de la garganta de una cantaora nocherniega.
“No olvidaré yo –
escribe su amigo A. Escamilla- las plácidas noches de estío que pasamos juntos
en aquellos ventorrillos del camino del Palo, cambiando impresiones de nuestras
almas gemelas en el cariño a la tierra andaluza, oyendo el rumor isócrono de
las olas que se deshacían en níveos encajes y las coplas apasionadas de la
Trini…, mientras la luna bañaba de plata los campos y el mar.”
Después de la aparición
de “La Goletera”, la fama de Arturo como escritor, según hemos apuntado,
alcanza su punto culminante. Todos
lo admiran, lo alaban y presumen de su amistad.
Sus relaciones con gente
importante alcanzan ahora unas proporciones que se nos antojan abrumadoras.
Galdós, Miguel Moya, Jurado de la Parra, Francisco Verdugo, la Pardo Bazán,
Valera, Pereda, Jacinto Octavio Picón, Ortega Munilla, Ortega y Gasset,
Menéndez y Pelayo, Mariano de Cavia, Jacinto Benavente, Andrés Mellado, y
muchos otros mantienen con él una activa correspondencia.
Como dice González
Anaya, “en el cenit de su existencia disfrutó Arturo Reyes, cuando alumbran por
los horizontes ortivos astros de magnitudes resplandecientes, como Baroja,
Blasco Ibáñez, el autor de “Señora Ama”, Azorín y Unamuno, de halagadora
nombradía; mas ni su nombre señoreó sobre los otros, ni vivió en Madrid, sino
en Málaga.”
Continuará…
BIBLIOGRAFÍA:
- “Arturo Reyes. Su vida
y su obra. Un enfoque humano del andalucismo literario”. Cuevas García,
Cristóbal. Editado por la Caja de Ahorros Provincial de Málaga. Obra Cultural.
C. S. I. C. 1974.
- Archivo familiar Reyes
(ART).
¡¡ Un trozo más de la historia, de la vida de D.Arturo que con "Su permiso" y el tuyo...Pepa, servirá para dar pié a una de las recetas malagueñas de Mi cocina!!
ResponderEliminarMe encanta a través de tus palabras viajar al pasado, acompañar a tu bisabuelo, saber un poco más de nuestra historia, de nuestros origenes...
Gracias y por cierto, precioso el cuadro...si lo ve mi suegro lo pinta!!!! Igual se lo enseño....
Quizás si viviera ahora tu podrías ser su alma gemela, alguien que como él ama tanto la naturaleza. Una persona sencilla y afable con la que poder conversar en cualquier rincón de nuestra Málaga. Gracias por todo Toñi
ResponderEliminar