En los próximos días quiero daros a conocer la vida de la ilustre artista teatral María Guerrero y de su esposo, Fernando Díaz de Mendoza, porque me parecen personajes muy interesantes que deseo incluir en el blog, tanto por su vinculación con la Academia de Declamación de Málaga como por la amistad que mantuvieron con mis antepasados.
Pues bien comenzaremos hoy a relatar la vida de ella.
María Guerrero fue una actriz dramática española, nacida en Madrid el 17 de abril de 1867 y fallecida en su ciudad natal el 28 de febrero de 1928.
Discípula de Teodora Lamadrid y amiga de los grandes políticos, escritores e intelectuales españoles de finales del siglo XIX y comienzos de la siguiente centuria, alcanzó algunos de los éxitos más notables de la escena española de su época, y difundió por toda España, muchas ciudades de Europa y buena parte de Hispanoamérica el legado teatral de los clásicos hispanos y las nuevas aportaciones dramáticas de sus coetáneos. Por todo ello, está considerada como la figura femenina más destacada de la escena española de todos los tiempos.
Nacida en el seno de una familia vinculada al Arte de Talía, su padre, Ramón Guerrero, era un afamado decorador que trabajó en algunos teatros tan célebres como el de la Comedia, y llegó a desplazarse hasta París para prestar sus servicios en funciones organizadas para Napoleón III y Eugenia de Montijo.
Su madre, Casilda Torija, dispuso que, desde muy temprana edad, la pequeña María recibiera una esmerada formación académica, circunstancia poco frecuente en una mujer de su tiempo; y así, matriculó a su hija en el colegio de San Luis de los Franceses, donde María Guerrero tuvo ocasión de aprender a la perfección la lengua de Moliere.
Desde su infancia María Guerrero mostró gran afición por las artes escénicas y su padre, al observar sus dotes artísticas, la fue introduciendo poco a poco en el mundo del teatro. La llevaba con él a las representaciones más famosas de las principales compañías que actuaban en Madrid.
Durante esta época la familia fijó su residencia en la planta baja de un edificio de la calle del Clavel, destinando los pisos superiores al subarriendo de habitaciones que fueron ocupadas por artistas e intelectuales bohemios.
En una de esas plantas superiores se ubicó el político y líder del Partido Liberal Práxedes Mateo Sagasta, por lo que la joven María pronto entró en contacto con las figuras del pensamiento progresista europeo.
Alentada por el ejemplo de su padre y las influencias artísticas e intelectuales que le brindaba su entorno, a los diecisiete años de edad María Guerrero comunicó a su progenitor su deseo de orientar sus pasos profesionales por el sendero de la representación dramática.
Lejos de escandalizarse por esta decisión (en una época en la que las actrices no gozaban de una reputación demasiado elevada), Ramón Guerrero vio con buenos ojos la vocación teatral de su hija y, puso a la joven María bajo la tutela de Teodora Lamadrid, una famosa comedianta, ya retirada de los escenarios, que instruyó a la muchacha en los secretos del oficio. Además cursó estudios de alemán, canto y música.
Continuará…
COMO SIEMPRE EXPLENDIDA TU EXPOSICION SOBRE LA VIDA DE MARIA GUERRERO BUEN FIN DE SEMANA
ResponderEliminarGracias Antonio, me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminarBuen fin de semana.